El presidente Vladimir Putin calificó el jueves la “operación anti-terrorista” conducida por tropas ucranianas en el este, como “un serio crimen” previniendo sobre las “consecuencias” si Kiev usa al ejército contra su propio pueblo.
“Si el régimen de Kiev comienza a usar tropas contra su población, eso es un grave crimen” dijo Putin en un foro mediático en San Petersburgo. El uso de fuerzas armadas para una “operación punitiva” tendrá consecuencias para aquellos que tomaron tal decisión, incluso a nivel inter-estatal, advirtió él, agregando que en ese caso las autoridades de Ucrania merecen ser llamadas “una junta” y “una camarilla”.
Putin acusó al gobierno de aplicar fuerza excesiva al tratar con elementos federalistas en el este del país y de legitimizar a grupos extremistas en vez de abrir un genuino diálogo nacional.
“Nosotros tomamos parte de la reunión en Ginebra. Nosotros firmamos allí una serie de convenios, de acuerdo con los cuales ambos bandos tenían que desarmarse, abandonar los edificios públicos, etcétera” dijo Putin. “No deberíamos estar transitando este camino, sino más bien el camino del diálogo entre toda la gente del país, dondequiera esté viviendo”.
El miércoles Kiev reanudó una operación “activamente anti-terrorista” contra las actividades pro-rusas en las asediadas regiones orientales, luego de que activistas pro-rusos supuestamente secuestraron y torturaron a varios periodistas y asesinaron a un político pro-gubernamental. La semana pasada Kiev suspendió sus medidas “contra-terroristas”, luego de un acuerdo con Rusia, los Estados Unidos y la Unión Europea (UE) en Ginebra, que exhorta a todas las partes del conflicto a abstenerse de la violencia.
El ministro del Interior de Ucrania dijo el jueves que “militantes separatistas” fueron muertos durante acciones “contra-terroristas” en tres puntos de control establecidos por las milicias pro-rusas en las afueras de la ciudad de Slavyansk.
Los hechos actuales en Ucrania oriental justamente probaron que Rusia actuó correctamente al apoyar al pueblo de Crimea, dijo Putin. “Si no hubiera sido por el apoyo de Rusia, los residentes de Crimea no hubieran podido expresar su voluntad de una manera civilizada”.
El desestimó los temores de que los acontecimientos de Crimea tengan que ser costeados al precio de reducir los programas sociales en otras partes de Rusia.
“Nosotros tenemos este año un superávit federal de 240 mil millones de rublos (6.7 mil millones de dólares estadounidenses), y el total de ayuda que necesita Crimea no excederá los 100 mil millones (2.8 mil millones de dólares)” dijo Putin.
El también restó importancia al efecto de las sanciones occidentales contra Rusia, calificándolas de “absolutamente no-cruciales” y diciendo que son mayormente de naturaleza política. El miércoles Kiev expresó su indignación por la intención de Rusia de establecer un control fronterizo entre Crimea y Ucrania.
La república autónoma ucraniana de Crimea y la ciudad de Sebastopol se convirtieron en regiones rusas a mitad de marzo, luego de un referendo reconocido por Moscú. Kiev rechazó el referendo y la anexión de Crimea por parte de Rusia, diciendo que era inconstitucional.
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