El Brasil recortará su presupuesto en la histórica cifra de 67 mil millones de reales brasileños (23 mil millones de dólares estadounidenses), para asegurar que el gobierno alcance este año sus metas fiscales, anunció el viernes el ministro de Planeamiento, Nelson Barbosa.
El gobierno también dijo que las medidas de austeridad, la mayor congelación de gasto en la historia del país, funcionarían como “el primer paso” para hacer que la economía brasileña vuelva al crecimiento. Barbosa dijo que el 38 por ciento (25.7 mil millones de reales) de los ahorros provendrá de los recortes al Programa de Aceleración del Crecimiento del gobierno – el programa emblemático del gobierno, que financia los nuevos proyectos de infraestructura. Otro 32 por ciento (21.4 mil millones de reales) – de las así llamadas enmiendas parlamentarias, recursos que los legisladores destinan a proyectos en sus pueblos y ciudades.
Dados sus considerables presupuestos, los ministerios individuales más afectados por las medidas de austeridad, en términos absolutos, fueron Ciudades, Salud y Educación, con cortes presupuestarios de 17.2 mil millones de reales, 11.8 mil millones de reales y 9.4 mil millones de reales, respectivamente. Los presupuestos de los ministerios, sin embargo, aun están muy por encima de los mínimos establecidos constitucionalmente.
El ministerio de Planeamiento también dijo que los recortes, que no requieren aprobación del Congreso, fueron calculados “con el cuidado de preservar programas sociales “, tales como Bolsa Familia, un beneficio pagado a familias que aseguran que sus niños están siendo educados y vacunados. Barbosa dijo que él esperaba que la economía comenzara lentamente a mostrar señales de mejoría en la segunda mitad del 2015.
“Para que se recupere la economía, para que se recobre el crecimiento, nosotros necesitamos hacer un esfuerzo hacia el equilibrio fiscal. Fue necesario bloquear 66.9 mil millones de reales para alcanzar el objetivo de superávit primario fijado por el gobierno federal,” le dijo Barbosa a los reporteros. El gobierno apunta ahora a un objetivo de superávit primario ajustado del 1.1 por ciento del PBI para este año, luego de tener un déficit primario en el 2014, de 32.5 mil millones de reales – el primero en por lo menos 13 años.
Los analistas dicen que los recortes presupuestarios, combinados con aumentos de impuestos previamente anunciados en una serie de ámbitos, se conciben como una rama de olivo para los mercados internos e internacionales. Hablando en Río de Janeiro más temprano el viernes pasando, la directora ejecutiva del FMI, Christine Lagarde, dijo que la escala de los recortes presupuestarios, que están siendo planeados, era bienvenida y ponía a Brasil “en el sendero correcto” para restaurar el crecimiento.
El gobierno dijo que había arribado a sus cálculos para los nuevos recortes, basado en las nuevas estimaciones del PBI para el 2015. Los funcionarios ahora creen que la economía del Brasil se contraerá en 1.2 por ciento este año. También se estima que la inflación alcanzará el 8.3 por ciento anualizado para este año, muy por encima de la meta oficial del 4.5 por ciento, con un rango de tolerancia de aproximadamente dos puntos porcentuales. Las nuevas medidas de austeridad representan un giro de 180 grados en la política fiscal de la presidente Dilma Rousseff, cuyo primer término fue caracterizado por intentos de estimular la economía del Brasil para que vuelva a crecer. Ella fue reelecta el año pasado, por estrecho margen, para un segundo término en el cargo.
Luego de tomar posesión del cargo con un crecimiento del 7.6 por ciento en el 2010, en el primer término de Rousseff la expansión económica se redujo al 0.1 por ciento en el 2014.
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