¿Cuál es el valor del arte actual o contemporáneo? ¿Qué reglas o medias o normas conceptuales y estéticas habría que fijar? ¿Qué o quienes deberían normativizar los principios que indican que una obra es genial o mediocre?
Lisa Denison, en el libro Coleccionar Arte Contemporáneo, de Adam Lindemann, declara en la página 244: “[…] En este mundo tan acelerado, puede aparecer un genio de vez en cuando y apenas trascender los límites de esta época de información rápida. Cuando hojeas los libros de historia te das cuenta de que en realidad existen pocos artistas geniales en el mundo. Es un grupo muy reducido”. (TASCHEM, 2006).
Pienso que esto centra la cuestión, en dicha entrevista, añade algunos datos, pero creo que con este párrafo, centra la cuestión:
1º El Arte Plástico –aplicable también al resto de las artes-, ha encontrado un sistema racional, de estudio y análisis y conservación y documentación mínima, de todos los autores y autoras que en un tiempo-generación y en un territorio, en todas las geografías. A semejanza del botánico que estudia-analiza-investiga un nicho ecológico, tiene que recoger la mayor parte de datos existentes, especialmente, qué especies existen, qué biotipos, etc.
Si no disponemos de esa primera información, que es la base del estudio de ese nicho ecológico, esa relación de cada animal con su especie y con el resto, la tierra-geografía, el clima, etc. No se puede indicar que se conoce la realidad a estudiar-investigar, esa es la base, para posteriores estudios a y en todos los sentidos, de cada especie en concreto, de cada biotipo, etc.
La cuestión es, queremos aplicar a las artes, a cada arte, al mundo del Arte Plástico, sistemas racionales de identificación-conocimiento-análisis, o queremos, por las razones que sean, muchas, muchos intereses, continuar con esta irracionalidad epistemológica en el mundo de la estética y del arte y de las artes. Esta es la cuestión, queremos o no.
Si de verdad, queremos aplicar modelos racionales, aunque no sean totalmente científicos, del método científico, tendremos, que una vez por todas, analizar esta cuestión-problema. Y, buscar las múltiples posibilidades existentes.
Que al final, nos lleven, a Archivos-Centros Documentales-Directorios-Diccionarios, virtuales o, y materiales, en los que de un territorio-geografía-paisaje equis, estén todas las personas que se dedican a esta labor, sin selecciones previas. Dónde estén los datos esenciales, suficiente documentación o enlaces a sus producciones.
Con esta realidad documental, ya se puede investigar-analizar-estudiar-ponderar-valorar-valorizar, por el resto de comensales del mundo del arte, la producción artística y estética de un género o arte, en un territorio determinado.
Y, si no se tiene esta base o datos, jamás se sabrá, si una genialidad artística, está dormida-silenciada en el enorme ingente barahúnda del mundo artístico-estético, de las artes plásticas, o de cualquier otro Arte. Es más, jamás se podrá recuperar, porque posiblemente, lo que haya hecho, se irá destruyendo, y, posiblemente, no habrá podido realizar, todo lo que en su cabeza-corazón anidaba.
2º En cada realidad humana, cultural, se muestra y demuestra, que si pones el límite de un siglo, genios de las matemáticas, de la física, de la medicina, del arte plástico, de la música, de la filosofía, etc. En cada disciplina, solo podemos situar como mucho diez nombres, y, por sus producciones culturales.
Por lo cual, cada vez que va pasando el tiempo, de generación en generación, los nombres se van modificando, leve o grandemente. Por muchas razones, entre otras, en este mundo globalizado, se revisará todo, y al analizar, la producción cultural, de un siglo, el que sea, habrá que ingresar en esos manuales, autores y autoras no solo de Occidente, sino del mundo, de otras culturas y otras civilizaciones. Por lo cual, según el marco geográfico así, descuellan las grandes figuras, alguien puede ser de primera en su región, pero de tercera en su Estado, de décima en su Continente-Cultural y geográfico, de vigésimo quinta, en el mundo, de ese periodo y época y tiempo.
Esta es la realidad. Por lo cual, el concepto de genio y genialidad, de obra genial, aunque existan fuerzas enormes, poderosísimas en todos los campos, especialmente, en el mundo del Arte Plástico, aunque existan, enormes grupos de presión, desde distintos parámetros para sujetar nombres y obras, el tiempo irá poniendo una situación de aclaración, guste o no guste. Porque el futuro, siempre percibe el pasado desde muchos puntos de vista. Y, por tanto, siempre se va aclarando-desaclarando el panorama. Cierto es, que lo que se conserve, ese primer grupo o apartado que indicábamos, puede que exista o haya existido o hubiese existido una obra genial, real y potencial de alguien, y, al no ser aceptado en su época, se haya perdido todo o casi todo. Con lo cual es irrecuperable.
¿Qué Arte Plástico del hoy, del considerado grande en museos y exposiciones y subastas, será considerado igualmente dentro de cien o doscientos años…?
¿Qué obras geniales, qué genios hemos dejado en el camino, que ni siquiera conocemos sus nombres, qué genios, podrían resucitar, todavía, qué genios o genías, se pueden revalorizar…?
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