Este domingo 26 de febrero se podrá ver en países de América del Sur y de África el primer eclipse solar anular de 2017. A diferencia de un eclipse solar total, el fenómeno dejará visible un anillo de fuego mientras el centro de la luna se alinea con el del sol, ocultando parcialmente el astro solar.
Un mapa diseñado por la NASA describe la progresión del espectáculo desde el comienzo a su fin, detallando la mejor ubicación y el momento óptimo para apreciar el eclipse.
También emitirán el proceso en directo por su sitio web. Aunque el mejor lugar para observarlo sería en el medio del Atlántico entre Sudamérica y África, también hay lugares en la Tierra donde brindará una gran vista si el clima lo permite
En Argentina, la mejor vista será desde la provincia patagónica de Chubut desde las 9:24 hasta las 12:06 (ART). Su esplendor máximo será entre las 10:31-10:33, cuando el astro lunar coincidirá con el centro de su prójimo.
En Chile, el eclipse será total en ciudades del sur, como Aysén y Coyhaique, pero también se puede apreciar desde su capital Santiago desde las 9:00 hasta las 11:30, alcanzando su punto máximo entre las 10:31-10:33.
Desde Brasil el eclipse será parcial, no anular, por lo cual la luna solo tapará parte del sol y no lucirá un anillo. En Porto Alegre, comenzará a partir de las 9:44 (GMT-3) hasta las 13:00, llegando a su máximo entre las 11:00 y 12:00.
En Uruguay, se podrá ver el fenómeno desde las 9:34 hasta las 12:28, siendo las 10:57 el punto con mayor oscuridad.
El fenómeno en Argentina se vio por última vez en 1994 en Misiones, y que se podrá presenciar nuevamente recién en el 2027, según los expertos.
Este increíble fenómeno astronómico que deja visible un anillo de fuego en el cielo, ocurre cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra. Este eclipse provocará que el planeta se oscurezca, ya que la luna se interpondrá entre la estrella y la Tierra, por lo que los rayos solares no llegarán en su totalidad.
De esta manera, el eclipse generará una sombra que dejará a la Tierra en penumbras a lo largo de varios kilómetros, por lo que se verá en su totalidad desde una franja de 50 kilómetros y de modo parcial en otros rincones del planeta.
Tanto oftalmólogos como astrónomos recomiendan estar alerta y cuidarse de no mirar de manera directa al sol, para evitar daños en las retinas, que son sensibles a la radiación de los rayos UV. Se debe observar, entonces, a través de lentes que puedan filtrar los rayos ultravioletas, para no causar daños irreparables en la vista.
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