Las declaraciones de Bescansa considero que no han sido afortunadas. Ya que ha dicho que “Si en España sólo votase la gente menor de 45 años, Iglesias ya sería presidente del Gobierno”. Porque puede ser valorado como un menosprecio a los votantes mayores de 45. Ya se presupone que no ha sido su intención menospreciar a nadie, pero puede interpretarse como una especie de queja por la falta de apoyo de los mayores de 45. Ahora bien, estos ciudadanos mayores están contribuyendo con su trabajo al mantenimiento del Estado del Bienestar y al sostenimiento de la Seguridad Social, la educación y otros servicios esenciales.
La misma Bescansa es mayor de 45 años y supongo que al igual que otros ciudadanos que superan esta edad habrá votado a Podemos. Puede ser cierto que la mayor parte de votos de la formación morada provengan de los menores de 45, pero esto lo que pone de manifiesto es que, si este partido quiere aspirar a más, debe intentar convencer con sus propuestas sociales y políticas a todos los ciudadanos independientemente de su edad.
La experiencia de la vida que poseen los mayores de 45 no impide que voten a cualquier partido del arco parlamentario. Se podía pensar que si votaran sólo los mayores de 45 años tal vez Podemos no existiría. Estimo que son innecesarias afirmaciones de este tipo, puesto que pueden parecer mal a sectores considerables de la población española. Es como decirles que su voto posee menos valor o está basado en el desconocimiento.
Si es posible un gobierno transversal como el propuesto por Pedro Sánchez con la participación de Podemos y de otros partidos para evitar unas terceras elecciones es necesario dirigirse de forma convincente a todo el electorado. Y si la formación morada no logra que apoyen su programa muchos más ciudadanos mayores de 45 debe utilizar otras argumentaciones. No se puede responsabilizar a la gente mayor de nada. Aunque, ya sé que el propósito de Carolina Bescansa no es ese, pero en política las formas son fundamentales.
Los círculos de Podemos y la maquinaria y los engranajes democráticos de esta formación tienen mucha tarea por delante para intentar lograr entrar en un gobierno de progreso alternativo a la derecha clásica.
Ante la situación que está atravesando el PSOE le corresponde a Unidos Podemos poner toda la carne en el asador para intentar configurar un pacto de mínimos que afronte los grandes retos sociales que nuestro país debe resolver con la participación de todos los ciudadanos. Se están viviendo momentos de incertidumbre política y es verdad que lo cierto es que la inestabilidad y el bloqueo político deben acabar lo antes posible a través del diálogo y la negociación entre los partidos con voluntad constructiva.
La tremenda crisis que está atravesando el partido socialista por los malos resultados electorales en los comicios gallegos y vascos no ayuda a desbloquear el panorama político. Esperemos que impere el interés de los españoles sobre las luchas internas en el interior de esta formación política.
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