El cine es un arte que cada vez se ve más en el televisor.
Esto se debe al auge de los dispositivos electrónicos para visualizar contenidos audiovisuales. Están cerrando salas de cine en todo el mundo continuamente. Aunque considero que la calidad que ofrecen las proyecciones de los cines es claramente superior a la de los ordenadores, tabletas, televisores y móviles. Y también por motivos económicos mucha gente prefiere ir menos al cine, ya que es algo caro.
Se está entrando en una nueva etapa en la producción de películas. La competencia de las mismas con las series de televisión es algo que, a mi juicio, está sucediendo. Aunque, aparentemente, son compatibles y complementarias.
La fragmentación del público por la variedad y cantidad de canales y plataformas televisivas hace que la oferta de productos audiovisuales tenga que estar muy dirigida y orientada a sectores específicos de población de una determinada franja de edades.
De todas maneras, la libertad creativa que todo esto supone es algo muy positivo. Si a esto se añade que cualquier persona puede dar rienda suelta a su pasión por grabar vídeos, por puro gusto, se puede pensar que es un primer paso importante para que la era digital deje abiertas estas nuevas formas de expresión y que estén al alcance de todos.
Ha habido cantantes que se han dado a conocer a través de Youtube, al no disponer de ningún tipo de apoyo y, a base de talento y constancia, han logrado el éxito o el reconocimiento del público.
Vivimos en un mundo visual y los contenidos escritos son sustituidos en muchas ocasiones por las narraciones y explicaciones audiovisuales. Se ha pasado de la era del libro a la de la imagen, sobre todo, entre los adolescentes y jóvenes, pero también respecto a los adultos.
Es indudable que la lectura de libros es crucial por muchas razones, ya que potencia el análisis, la reflexión y la comprensión junto con otros muchos beneficios para los lectores. Leer incrementa la capacidad cerebral del sujeto y proporciona un mayor desarrollo de la imaginación y la inteligencia. Además, la riqueza de matices que dan los libros al leerlos es prodigiosa, si se analiza la cuestión pormenorizadamente. Se podría decir que un libro es un cerebro que habla al lector, ya que se establece un diálogo imaginario, pero, en cierto modo real, entre el autor y su intérprete en el tiempo de lectura. El hábito de leer parece que se está perdiendo en la cultura de la imagen en la que estamos instalados.
Por otra parte, lo que es evidente es que cada vez se ven más vídeos a través de Internet. Con el aumento continuo de internautas y el creciente número de móviles en todo el mundo la tendencia es que los contenidos vayan en el futuro en formato video y no, únicamente, en páginas escritas. De todas formas, ambos sistemas pueden ir integrados en una misma publicación. Ya existen los audiolibros. Y es posible convertir textos a formato audiovisual, especialmente, si son cortos.
El mundo de los vídeos en Internet está alcanzando una expansión prodigiosa. El vídeo marketing, por ejemplo, es muy utilizado en algunos sectores de ventas y da muy buenos resultados, si la estrategia es la más adecuada.
La creación de vídeos potencia la creatividad. Y también es cierto que las motivaciones para crear y publicar vídeos en Internet pueden ser muy variadas y son entendibles y respetables. Se pueden lograr miles o cientos de miles de visualizaciones y, de esta forma, completar las aspiraciones de cualquiera. No es imprescindible llegar a millones de visualizaciones de los videos publicados en Internet en las diversas plataformas y redes sociales.
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