“Invertir en el futuro, no en el pasado”, como clave empresarial verde para ganar la guerra contra el cambio climático, fue la frase que el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres nos dejó como enseñanza durante la apertura de la One Planet Summit Paris, el 12 de diciembre de 2017.
En este gran evento, bajo el liderazgo del presidente francés Emmanuel Macron, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim y el Jefe de la ONU, Guterres, decidieron rechazar la teoría fatalista y derrotista alrededor del fenómeno del cambio climático para hacer un llamado a todos los líderes internacionales y a la ciudadanía responsable de todo el mundo para afrontar juntos los grandes desafíos de esta emergencia ecológica que cada vez menos personas pueden negar.
La importancia de esta reunión de tres líderes radica en el lanzamiento de un proyecto ambicioso para ganarle la batalla al cambio climático. 12 compromisos fueron asumidos, la Coalición One Planet fue creada. Este liderazgo tripartito se asegurará de que estos compromisos sean cumplidos, por lo cual en los próximos meses estarán trabajando fuertemente en la implementación de los compromisos y esterarían reuniéndose nuevamente el próximo año para una reunión proyecto: la segunda One Planet Summit.
Esta es una iniciativa de $2 mil millones con el objetivo de profundizar los mercados locales de capital y expandir y desbloquear fondos privados para proyectos relacionados con el clima. El fondo ya está suscrito en más de mil millones.
Estos esfuerzos nos hacen un llamado a la creación de consciencia y hoy más que nunca debemos establecer alianzas entre nuestros gobiernos, sociedad civil, sector privado y aliados financieros para dar respuesta a esta amenaza global. El sector privado ya está viendo que “el negocio verde, es buen negocio”. En ese sentido, Antonio Guterres señalaba que las energías renovables son ahora más baratas que la energía proveniente del carbón en docenas de países desarrollados y en desarrollo, por tanto, hay que invertir en el futuro.
Por ejemplo, en la República Dominicana, una isla del Caribe vulnerable a los efectos del cambio climático, la Empresa Generadora de Electricidad Haina (EGE Haina), recientemente realizó el acto del primer picazo para la construcción de su cuarto parque eólico, Larimar 2, localizado en el municipio de Enriquillo, provincia de Barahona. El Parque Eólico Los Cocos de Pedernales, fue el primero, seguido por uno en la provincia Bani y otro en la localidad de Montecristi. Esta empresa genera el 18 % de la energía de República Dominicana.
Costa Rica por su parte, aprovecha las lluvias y trabaja para que su matriz energética sea totalmente limpia para el 2021. Costa Rica está cerca de convertirse en la primera nación latinoamericana sostenida en su totalidad por energía renovable.
Con el incremento de condiciones climáticas extremas, se requiere el involucramiento de todos, pues necesitamos mayor acción colectiva para aprovechar el agua, los vientos y el calor como fuentes inteligentes de energía. Imaginen en el futuro, un generador de energía de emergencia alimentado por los vientos y el agua, podría ayudar a lugares como Dominica y Puerto Rico recuperarse de los devastadores huracanes de forma más rápida. Iniciativas de alianzas sector público-sector privado tenemos en la relación suscrita entre el gobierno de Puerto Rico y la compañía Tesla Inc., fabricante de automóviles con sede en Palo Alto, California. Esta relación empezó hace años cuando la isla intentó atraer empleos, pero se ha visto fortalecida a raíz del paso del huracán María y el ofrecimiento que hizo el CEO de la compañía, Elon Musk, para restablecer la energía en la isla a través de la fuente solar. Restablecieron la energía en un hospital infantil de San Juan y hace poco anunciaron 6 proyectos de energía.
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