Es una mezcla entre noticias e ideas, una plataforma que lideró el cambio de consumo de información y que acapara 200 millones de visitas únicas al mes. Se trata del “HuffPost”. Surgió como una pequeña idea que ha logrado convertirse en uno de los medios online de referencia por la gestión de su fundadora, Arianna Huffington (en la imagen).
Tim Armstrong, presidente de AOL, adquirió el “HuffPost” en 2011, describe a la creadora como responsable de “la construcción de una marca digital global en el punto de inflexión más importante de la historia de los medios”.
Arianna lanzó su publicación en Los Ángeles en un mundo digital dominado por los blogs, agregadores y reporteros tradicionales. “Nuestro objetivo era ocupar ese hueco y crear un híbrido entre empresa periodística y una plataforma que funcionase como altavoz”.
A lo largo de la trayectoria del medio las críticas han estado muy presentes sobre todo por parte de los periodistas que acusaban al medio de normalizar el uso de colaboradores de manera gratuita. Sobre esto se defendía la fundadora asegurando que su medio ofrecía una notoriedad que de ninguna otra manera habrían podido obtener estos colaboradores.
La clave del éxito del “HuffPost” reside dar un aire fresco e innovador a las historias de siempre. Buen ejemplo de esto es su sección “What’s Working” que cuenta lo positivo de la realidad, las historias con final feliz porque “la realidad no es el 95% de las veces mala y los datos muestran que a la gente le gusta compartir este tipo de historias”, explica Arianna.
El medio ya está presente en 15 países y prepara el lanzamiento en México y China, parte de su estrategia de expansión global, que no está exenta de obstáculos y competidores que buscan arrebatarle el trono de Internet.
Sin embargo, Arianna no se muestra preocupada sino todo lo contrario pues cree que “cuando miras el mundo en términos competitivos tiendes a mirar por encima de tu hombro en vez de hacerlo hacia adelante”.
Muchos aseguraban en 2005 que el Huffington Post era un medio destinado al fracaso y 10 años más tarde se ha convertido en un imperio digital, siguen las críticas a su fundadora pero a Arianna no la pararán.
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