Y mientras el confinamiento en México oficialmente ha terminado para dar paso a la llamada Nueva Normalidad, el estallido social que enfrenta nuestro vecino más cercano (Estados Unidos) se teme como un duro presagio de los tiempos post covid donde hay una gran polarización en varios países de América Latina.
México retomará su movilidad en medio de una ola masiva de contagios que han dejado casi 10 mil muertes. Frente a esto, las voces de inconformidad por la caótica estrategia que en el manejo de la pandemia mostró el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, desataron el pasado fin de semana, el enojo de opositores particularmente ligados con partidos conservadores y movimientos de la misma tendencia que sin demeritar sus derecho de protesta, mostraron el músculo a bordo de sus lujosos autos restando credibilidad e inclusión a una protesta que tal vez hubiese sido más certera con una participación masiva de la sociedad mexicana.
La realidad es que hay una gran efervescencia que inquieta a actores políticos y sociales, quienes ven el actual gobierno de México, la réplica de mucho de lo que se cuestionó en el pasado reciente.
Los discursos desgastados de AMLO donde culpa al neoliberalismo, se confronta con los medios de comunicación, ignora a segmentos sociales como el de las mujeres y minimiza los indicios de actos ilícitos de sus funcionarios, propiciaron que la figura presidencial refleje un desgaste real.
Los brotes de protestas post covid son una bomba de tiempo no sólo en Estados Unidos y México, sino también en todos aquellos países donde la gente está liberando ese enojo e impotencia reservado en el tiempo de confinamiento, donde muchos perdieron empleos y hoy se encuentran buscando la forma de sobrevivir.
A todo esto, hay que sumar las erráticas acciones de gobernantes que ocultaron cifras, demeritaron acciones y se mostraron indolentes a la hora de otorgar apoyos a los sectores más vulnerables de la población.
Sin duda son tiempos violentos no sólo para el gigante de América, también para países como México donde el gobierno de izquierda no ha cubierto las expectativas de una sociedad que no sólo ha tenido que librar la pandemia, sino que enfrenta los discursos cada vez más demagógicos de un mandatario que gobierna fuera de la realidad mexicana.
El tema de la corrupción en el actual sexenio de la 4T es un tema que seguirá mostrando las debilidades de una izquierda mexicana que corre el riesgo de ser exhibida como lo mismo que tanto criticaron y cuestionaron en tiempos del neoliberalismo.
Hoy América arde ante los excesos de gobiernos como el de Trump que están sorprendidos de la gran fuerza social.
Los tiempos Post Covid amenazan con ser muy difíciles para muchos gobernantes que se sienten divinidades y son más vulnerables de lo que imaginan.
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