Una corte en la provincia de Nagorno-Karabaj condenó por espionaje a dos ciudadanos azerbaiyanos.
El proceso judicial, que tuvo lugar en el pueblo de Stepanakert, emitió un veredicto para los dos acusados, dándole a uno cadena perpetua y al otro un término de 22 años de prisión. Dilgam Asgarov y Shahbaz Guliyev fueron supuestamente capturados por las tropas armenias desplegadas en Nagorno Karabaj, donde ellos, más temprano en este año, cruzaron la línea de contacto entre las tropas armenias y azerbaiyanas. Ambos individuos han sido detenidos en diversos momentos y han sido considerados civiles.
Las autoridades separatistas en Nagorno Karabaj sostienen que ellos estaban armados y cruzaron la línea de contacto para realizar espionaje. Otro civil azerí, Hasan Hasan, fue muerto a tiros cuando se encontró confrontando con soldados armenios. El lado azerbaiyano sostiene que estos individuos no tienen nada que ver con los militares y simplemente entraron en la zona de conflicto para visitar las tumbas de sus padres. Todos ellos son personas desplazadas internamente (PDI), que alguna vez vivieron en Nagorno Karabaj, antes de que el ejército armenio los desalojara en 1992-1994, creando una enorme crisis de refugiados en Azerbaiyán.
La región de Nagorno-Karabaj de Azerbaiyán, junto con algunos distritos adyacentes, ha estado bajo el control del ejército armenio desde mayo de 1994, cuando el cese de fuego, intermediado por los rusos, terminó en una sangrienta guerra entre las dos ex repúblicas soviéticas.
Las conversaciones de paz, en las cuales actuaron como intermediadotes en forma individual potencias regionales tales como Rusia e Irán, así como las negociaciones bajo los auspicios del Grupo Minsk de la OSCE, hasta ahora no han conducido a ninguna parte. Ambos lados mantienen posiciones maximalistas y rechazan compromisos integrales. Armenia mantiene que no acordará nada menos que la total independencia de Nagorno-Karabaj o su anexión a Armenia, mientras que Azerbaiyán sostiene que no permitirá la violación de su soberanía y solo puede brindar la mayor autonomía posible a Nagorno-Karabaj, dentro de los límites de Azerbaiyán. La región de Nagorno Karabaj no ha sido reconocida por ningún país, ni organización internacional.
Mientras que los armenios invocan el principio de autodeterminación para justificar haber puesto la región bajo su control militar, los azerbaiyanos dicen que su integridad territorial fue violada, citando otros ejemplos separatistas y secesionistas similares de violación de la integridad territorial de un estado soberano, tal como la región de Donbass de Ucrania, las regiones de Osetia del Sur y Abjazia de Georgia, la región Transdniestr de Moldavia, las islas Malvinas en la Argentina, etc.
Bakú ha estado invirtiendo fuertemente en su complejo militar-industrial y en la modernización de sus fuerzas armadas, incrementando su presupuesto militar en 4.2 mil millones de dólares estadounidenses para el 2015, sobrepasando el presupuesto completo de la República de Armenia. Armenia, mientras tanto, disfruta del apoyo de Moscú y recibe equipamiento militar de Rusia a precios subsidiados.
Los tiroteos a lo largo de la línea de contacto y la frontera armenio-azerbaiyana son frecuentes, provocando la preocupación de la comunidad internacional de que los estallidos podrían eventualmente llevar a la reanudación de una guerra a toda escala.
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