El Ministerio de Defensa de Rusia acusó hoy a Turquía de violar el Tratado de Cielos Abiertos y prometió ofrecer una “respuesta adecuada” como represalia.
“No vamos a dejar esta violación del tratado por parte de Turquía sin una atención y una respuesta adecuadas”, dijo Sergei Ryzhkov, director del Centro Nacional de Reducción de Riesgos Nucleares del ministerio.
De acuerdo con Ryzhkov, inspectores rusos, junto con especialistas turcos, tenían previsto realizar un vuelo de observación sobre territorio turco del 1 al 5 de febrero en el marco del Tratado de Cielos Abiertos.
“La parte turca no expresó condiciones preliminares ni restricciones para el vuelo de vigilancia de Rusia”, añadió Ryzhkov citado por la agencia noticiosa Tass.
“Sin embargo, después de la llegada de la misión rusa a Turquía y del anuncio del plan de vuelo deseado, los funcionarios militares turcos citaron una orden del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía y se negaron a permitir el vuelo de inspección”.
Ryzhkov indicó con anterioridad que la ruta de vuelo acordada cubriría zonas de observación adyacentes a la frontera turco-siria, así como campos de aviación donde están desplegados aviones de combate de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El funcionario ruso añadió que los especialistas turcos a bordo controlarían el uso del equipo de vigilancia y se harían cargo del cumplimiento de las cláusulas del tratado.
“Como resultado de las violaciones a los requisitos del tratado y de las acciones poco constructivas de la parte turca, se establece un peligroso precedente de actividad militar no controlada realizada por un miembro del Tratado de Cielos Abiertos”, dijo Ryzhkov.
El Tratado de Cielos Abiertos entró en vigor en enero de 2002 y tiene como fin promover la transparencia de las fuerzas militares y sus actividades.
El tratado establece un régimen de vuelos de observación no armados sobre los territorios de los 34 Estados miembros, incluyendo a Rusia y Turquía.
La “guerra de declaraciones” entre Rusia y Turquía volvió a estallar luego de que el domingo Ankara acusó a un avión ruso de violar su espacio aéreo.
La acusación se produce después de que la fuerza aérea turca derribó en noviembre de 2015 un bombardero ruso Su-24 tras afirmar que el avión violó el espacio aéreo turco, algo que Moscú ha negado rotundamente.
Rusia ha continuado con su misión de ataques aéreos contra objetivos terroristas en Siria y ha ampliado su protección mediante el despliegue de un sistema de defensa antimisiles y de escoltas de cazas.
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