GINEBRA, Suiza, 27 de junio de 2014 (ACNUR/UNHCR) – En el norte de Irak, miles de personas de las comunidades predominantemente cristianas en Qaraqosh (conocida también como Hamdaniya), han huido de sus hogares desde el pasado miércoles por la tarde después de que la violencia se aproximara a su comunidad.
Los desplazados dicen que los morteros han impactado cerca de Qaraqosh, lo que ha motivado este éxodo. Qaraqosh es una histórica ciudad asiria de 50.000 habitantes situada a unos 30 kilómetros al sureste de Mosul, la segunda mayor ciudad de Irak, donde los grupos armados opositores tomaron el control hace dos semanas.
Los líderes de la comunidad dicen que hasta 10.000 personas huyeron en autobús, coches y taxis hacia la región del Kurdistán iraquí el miércoles por la noche. Muchas son mujeres y niños que ahora están alojadas con familias, parientes o en escuelas y centros comunitarios. La mayoría están en Irbil. Huyeron a toda prisa, sin apenas tiempo para llevar consigo unas pocas pertenencias.
Anoche ACNUR, con el apoyo de decenas de voluntarios locales que trajeron sus propias furgonetas de transporte, distribuyó edredones y esteras, lonas de plástico y paquetes de higiene en escuelas y centros comunitarios donde están alojados los desplazados. En estos momentos, unos 300.000 iraquíes procedentes de Mosul, en la provincia de Nínive, y de otros lugares, han llegado a la región del Kurdistán.
Este último flujo de desplazados generará aún más presión sobre los recursos de la zona, sobre todo en el alojamiento y los suministros de combustible. Las condiciones para los recién llegados serán un reto. En una escuela que visitó ACNUR hay ya 700 personas y se espera que lleguen más. No tienen acceso a duchas y no hay aire acondicionado. Están alojados en las aulas donde la temperatura supera los 40 grados durante el día. Hasta ahora los alimentos están siendo facilitados por organizaciones caritativas locales y organizaciones humanitarias internacionales. Muchos de los desplazados están preocupados por la falta de atención médica.
Se estima que en lo que llevamos de año unos 1,2 millones de iraquíes han sido desplazados por los combates en las gobernaciones de Anbar y Nínive. ACNUR ha revisado sus necesidades de fondos en el marco de su Plan de Respuesta Estratégica 2014, y ahora necesita 64,2 millones de dólares para sus actividades de refugio y protección. Esta cifra forma parte de un llamamiento más amplio por valor de 312 millones de dólares, lanzado a comienzos de esta semana. Hasta la fecha este llamamiento sólo ha recibido el 8% de los fondos necesarios (5,1 millones de dólares).
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