5 años con Papa Francisco

5 años con Papa Francisco

La fumata blanca me tomó por sorpresa. La mañana del 13 de marzo de 2013 había estado en la Plaza de San Pedro, esperando la posible elección del nuevo Papa. Humo negro. Los cardenales aún no decidían quién sería el nuevo Pontífice. Entre los periodistas, se rumoraba que sería hasta las votaciones del día siguiente que conoceríamos a la nueva cabeza de la Iglesia Católica. Motivado por eso y desmotivado porun día lluvioso y frío, decidí regresar a casa. Grave error.

A las 19:06 horas, los ojos del mundo se fijaban en la chimenea de la Capilla Sixtina, de la cual salía el humo blanco que anunciaba que habría Papa. A pesar del caos, con miles de personas que se dirigían hacia el Vaticano, logré llegar rápidamente a la zona reservada para los medios de comunicación, con una vista privilegiada hacia la Logia de las bendiciones de la Basílica de San Pedro.

Lo que más me impresionó de ese momento fue el silencio cuando el nuevo pontífice pidió que rezaran por él; un enorme contraste con la plaza que minutos antes había aplaudido y gritado.Pocos días después, en un encuentro con periodistas, hubo otro contraste: cuando el Papa ingresó a la Sala Nervi, la mayoría guardó silencio; al finalizar, lo despedimos con una ovación.

Han pasado cinco años, con un Papa que ha visitado 30 paísesy celebrado la Misa más multitudinaria en la historia, con 6 millones de personas, en Manila. Sin ánimo de hacer un análisis exhaustivo, presento algunos temas y mensajes de su pontificado.

  1. Pobreza. En 1,000 discursos que ha pronunciado, ha tratado el tema en 1,300 ocasiones. Instituyó la Jornada Mundial de los Pobres, invita a la solidaridad y a la preocupación por los desfavorecidos. Con sus gestos, ha dado el ejemplo; vela por los excluidos, los visita, conversa con ellos. No limita sus mensajes a la pobreza material. Insiste ir alas “periferias existenciales”, es decir, al encuentro de quienes buscan atención espiritual y un sentido en la vida.
  2. Misericordia. En su primer Ángelus, recordó que Dios no se cansa de perdonar. Inauguró el Jubileo Extraordinario de la Misericordia en 2015, con el que invitó a buscar la misericordia de Dios con nosotros y entre la humanidad. Presidió el Sínodo sobre la Familia, cuyo resultado fue la exhortación Amoris Laetitia, un documento que llama a los Obispos a hacerun discernimiento más atento y misericordioso para ejercitar una adecuada pastoral en las situaciones complejas, entre las que se encuentran los divorciados vueltos a casar.
  3. Reforma en la Iglesia.A Francisco se le ha presentado como un gran revolucionario. Más que eso, se trata de un reformador y eso no significa ruptura con el pasado. Se están estudiando y haciendo cambios a la Curia y existe una secretaría para transparentar las finanzas de la Santa Sede. Además, ha continuado la cero tolerancia ante abusos sexuales cometidos por el clero. Continuidad y novedad son dos palabras que jamás van separadas en sus acciones. Benedicto XVI afirmó recientemente en una carta que existe una conexión entre su pontificado y el de Francisco, con diferentes estilos y temperamentos. Para ilustrarlo mejor, alguien hacía un paralelismo de los últimos tres con las tres virtudes teologales: Juan Pablo II fue el Papa de la esperanza; Benedicto XVI, de la fe; Francisco, de la caridad.
  4. Diálogo. Ha habido encuentros relevantes, como el que sostuvo con Kiril, patriarca de Moscú, cuyo resultado fue la firma de una declaración pastoral conjunta, casi mil años después del cisma. También reunió en el Vaticano a Shimon Peres y Abu Mazen, con el propósito de colaborar con la paz en Tierra Santa. No está demás mencionar cómo la Iglesia busca dialogar con el mundo contemporáneo.
  5. Jóvenes. Basta pensar en las Jornadas Mundiales de la Juventud. Cómo olvidar el ánimo de “¡hacer lío!” a la juventud argentina. Francisco quiere despertar el interés en las nuevas generaciones para que sean protagonistas y testigos vivos de la fe cristiana. Y más a fondo, anima a que se hagan preguntas existenciales. En octubre, se realizará en Roma un sínodo sobre “Jóvenes, fe y discernimiento vocacional”.

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