MITA de Albaida, Museo Internacional de Títeres

MITA de Albaida, Museo Internacional de Títeres

En Albaida, Valencia El Museo Internacional de Títere, MITA, dicho museo fue inaugurado en 1997, y su finalidad es la conservación, estudio, análisis, preservación, difusión de la cultura teatral del títere, el títere y las marionetas.

Podríamos indicar que el teatro de títeres, está formado por tres elementos esenciales: primero, la marioneta, segundo, diríamos el teatro-guión-movimiento-danza que con ese títere o guiñol o marioneta se realiza, tercero, el ser humano que está detrás moviendo dicha marioneta y haciéndolas hablar.

Por supuesto que existen otros elementos, como la música, que por lo general se difunde al mismo tiempo, el escenario con sus formas, por lo general de caja, el público, como elemento esencial en una representación teatral, sea de personajes de carne y hueso, sea de marionetas, y el público, sea adulto o sea juvenil o infantil.

Con estos simples elementos, es decir, literarios (guión y palabras y frases) y plásticos (marionetas o escultura) se conforma todo un mundo, una cosmovisión y una microvisión y una macrovisión. O, dicho de otro modo o manera, se intenta plasmar y materializar todos los elementos esenciales de esa relación de un yo con otros yoes, de un yo profundos, de un yo con la sociedad y la naturaleza y la cultura y la historia. Es decir, en definitiva, llegar o armonizar la carne y la psique-mente y el alma-espíritu. Hacer armonizar esos mundos racionales e irracionales que forman nuestro ser (inteligencia, voluntad, afectividad…), ese mundo de lo consciente y lo inconsciente, de lo sabido y de lo oculto, de los traumas y de las alegrías, de las penas-sufrimientos y de los gozos-felicidades…

Se suele indicar, que el proceso de creatividad de una persona hacia una actividad cultural, un arte o una realidad son diez años. Que un director de cine tarda al menos diez años en aprender y aprehender lo esencial de su oficio, lo mismo un ceramista, un literato en su género, sea poesía o sea novela, un matemático, un ingeniero, un diseñador, etc. Por lo cual, una persona tiene que pasar por el desierto y el vergel de diez años, de búsqueda, lectura, análisis, reflexión, experiencia, práctica, fundamentación, metodología de un arte o actividad. Y, a partir de ese tiempo, ya puede empezar a volar, quizás, las intuiciones primitivas, antiguas, desarrollarlas, fundamentarlas en lo que se ha hecho hasta ahora, hacer crecer el árbol, y quizás, surgir otro mundo, crear una modificación en su actividad, sea la creación-invención de matemáticas o física o artística o filosófica o literaria o… ¡Creo, que en el mundo del títere-guiñol-marioneta sucede lo mismo!

Y, como todo arte-actividad cultural, está formada por varios sistemas y subsistemas cognoscitivos, culturales, conceptuales, que se mezclan y combinan y recombinan. Es decir, áreas-niveles-esferas-conjuntos de varios saberes, en este caso, el del títere, tendríamos el del teatro-literatura, el de la marioneta-escultura-plástica, y a ellos, se le pueden añadir, otros elementos, esenciales o circunstanciales. Al final, se puede hacer marionetas, recortando una figura de una cartulina o un papel, y un actor-marionetista moverla, con movimientos o con frases, es decir, ya tenemos los tres elementos esenciales, una marioneta de papel, los movimientos-guiones hablados o no, y ese actor-actriz que está moviendo el artilugio técnico o material, y el diálogo y la historia…

El ser humano, todos en conjunto, cada uno, es lo que es o será lo que sea, pero para entendernos-comprendernos, tenemos que mirarnos en el espejo de los actos y de las palabras y de los movimientos y de los sonidos y de los sabores y de los tactos… Es decir, tenemos que fijar una representación de nosotros, diríamos una materialización de algo de nosotros, en un conjunto de palabras o de acciones, y, de ese modo, así nos intentamos entender-comprender. Ese conjunto de palabras o gestos o actos o movimientos u olores o gustos o.., pueden ser sintetizados en una ecuación matemática, en una fórmula física o química, en una obra de teatro, en una pintura, en un libro de filosofía o de teología, en una película, o en una “modesta y sencilla y humilde representación teatral de guiñoles-muñecos-marionetas-títeres…”. En la forma clásica, es decir, existiendo un escenario material, simple o complejo. O, en la forma moderna, en los “títeres y muñecos de guiñol en los programas, por lo general, infantiles de televisión, para la audiencia infantil”. Quizás, un día exista un gran teatro del guiñol para adultos, que se combinen sus actuaciones en las grandes festivales internacionales de teatro de esta Piel de Toro o del Mundo.

En una representación de títeres, se puede presentar-representar-percibir-sentir cualquier realidad, se pueden realizar adaptaciones de Shakespeare o de AndersenDante o de Carroll, se pueden crear nuevos diálogos (invito aquí que entre los diversos museos del títere existentes en España y, con Latinoamérica, realicen concursos de nuevos guiones teatrales para el guiñol). Sería una manera y una forma de “amplificar”. Es decir, convencerse a si mismo, vencerse a si mismo, para entender, dos concepciones, importantes, que el gran Arte, no es solo la gran pintura, sino cualquier actividad, incluso, una modesta, como un conjunto de palos vestidos con una tela, movidos por una persona-actor, siguiendo el mar-desierto-vergel de la cultura-historia humana.

Y, segundo, que el guiñol-marioneta-títere es un arte, una variedad del arte del teatro, que está poco valorada, está infravalorada, me cuestiono y les pregunto, cuántos TFG o cuántas tesis doctorales existen en España, desde la literatura, desde el teatro, desde las Bellas Artes, desde la música, etc., cuántas existen del estudio de este arte tan antiguo, quizás más que el teatro de personajes de carne y hueso. Porque me imagino, que alguna madre o padre en la prehistoria, con un palo haría movimientos para su niño o niña, contándole alguna historia…

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