La República Centroafricana es una nación que ha estado viviendo en estado de conflicto desde la guerra civil de 2004, cuando la Unión de Fuerzas Democráticas para la Reagrupación (UFDR) se reveló en contra el Presidente François Bozizé, desencadenando inmediatamente en una guerra.
La situación pudo calmarse con la firma de un acuerdo paz en 2007. En esa ocasión, tanto el gobierno centroafricano como la UFDR, firmaron la paz. Este fue un acuerdo delicado, pues se adoptaron medidas que involucraban un proceso de amnistía hacia los crímenes de los antiguos enemigos.
Para tener una idea más fresca sobre el modelo de negociación en la República Centroafricana, basta con señalar que el mismo esquema sería replicado una década después en América Latina, con el acuerdo de paz del gobierno colombiano de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), terminando con más de 50 años de conflicto y valiéndole el Premio Nobel de la Paz al presidente Santos.
En la República Centroafricana en el año 2007, como en Colombia recientemente, se resolvió con otorgar una amnistía para los miembros de las fuerzas rebeldes, así como la legalización de estas organizaciones para que puedan transformarse en partidos políticos. La República Centroafricana incluso acordó la integración de los ex guerrilleros en el ejército nacional.
La paz centroafricana fue efímera y la colombiana todavía está por verse, aunque el escenario geopolítico, cultural y socioeconómico es muy distinto en la nación latinoamericana. De acuerdo a datos de Human Rights Watch, en el conflicto centroafricano más de 200 mil personas fueron desplazados, 10 mil casas incendiadas y cientos de civiles fueron asesinados.
¿Qué pasó con la paz centroafricana?
En el 2013, las fuerzas rebeldes entendieron que el acuerdo de paz no había sido cumplido por el presidente Bozizé, por tanto decidieron romper el alto al fuego y tomaron a la fuerza algunas de las ciudades mayores, como es el caso de Damara y Bossangoa. Luego de fuertes combates en las comunidades alrededor del palacio presidencial, el gobierno quedó acorralado y el presidente Bozizé escapa hacia la República del Congo, quedando como presidente interino Michel Djotodia, líder clave de la coalición rebelde. Luego de que Michel dimitiera en 2014, tras reconocer su fracaso en terminar el conflicto civil, la presidencia es ocupada por Catherine Samba Panza, la alcaldesa de Bangui, la capital del país. Samba Panza entregó el poder al presidente actual Faustin-Archange Touadéra.
La nación sigue en caos y en guerra civil. Para restablecer el orden, el país recibió una misión militar internacional liderada por Francia a través de la Operación Sangaris, contando con el apoyo militar de España. En 2015, diez grupos armados firman un nuevo acuerdo de paz con el gobierno que contemplaba el desarme de las milicias y los niños soldados, así como la vigilancia de los soldados de paz de las Naciones Unidas.
¿Una luz al final del túnel?
En octubre de 2017, el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, visitó la República Centroafricana y expresó su preocupación ante una crisis humanitaria que estaba siendo ignorada por los medios de comunicación. Señaló que “el país ha visto suficiente brutalidad, suficiente división y suficiente conflicto”, especialmente por el enfrentamiento entre los principales grupos insurgentes: los Seleka (rebeldes islamistas) y los anti Balaka (cristianos radicales).
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