Kofi Annan decía: “Si la guerra es el fracaso de la diplomacia, entonces… La diplomacia bilateral y multilateral es nuestra primera línea de defensa”. La diplomacia del Papa Francisco ha tenido mayor concentración en la región asiática, euroasiática y países árabes, tal ejemplo es la visita de hace algunos meses del Secretario de Estado Cardenal Parolin a Rusia, quien sostuvo reuniones con autoridades políticas y además con la comunidad católica, especialmente con el Patriarca Kirill y el metropolitano Hilarión de Volokolamsk quien funge como presidente del Departamento de relaciones exteriores del Patriarcado de Moscú.
Esta semana el Papa recibió al presidente Erdogan de Turquía (muy repudiado según medios internacionales) cuestionado por la comunidad internacional por su represión a periodistas, quienes muchos han pasado a la clandestinidad o están asilados en países como Suecia, además, Stockholm Center for Freedom que aglutina a periodistas turcos en el exilio el año pasado elaboró un documento titulado: Discurso de odio en contra de los cristianos en la Turquía de Erdogan. Tal documento publica una serie de discursos en los que Erdogan ha hecho malas referencias del cristianismo en países árabes.
50 minutos duró la reunión entre Francisco y Erdogan con unas medidas de seguridad altísimas, hubo obsequios de ambas partes desde luego, así como cuando el presidente Trump lo visitó en el Vaticano en Junio del año pasado como es tradición entre todos los Jefes de Estado y/o Gobierno al obispo de Roma. Francisco le obsequió un medallón simbolizando la paz, “representa un ángel de la paz estrangulando al demonio de la guerra, símbolo de un mundo basado en la paz y la justicia” expresó el Papa.
Podría asumirse que Francisco manifestó a Erdogan su extrema preocupación por la escalada de violencia provocada por ISIS e ISIL en países árabes y que también ha tenido negativas y dolorosas consecuencias en Europa con los ataques terroristas. En La Santa Sede se han tenido dos visitas importantes en menos de un año que habría que prestar mucha atención pues puede llegarse a una relación interreligiosa que puede coadyuvar al camino largo y complejo de la paz en Oriente Medio.
Una de ellas, la visita de Abdullah bin Fahad Allaidan quien es Consejero del Ministro de Asuntos Islámicos de Arabia Saudita y la de esta semana del Presidente Erdogan de Turquía ambos encuentros en el mismo Vaticano. Arabia Saudita y Santa Sede no tienen relaciones diplomáticas establecidas aun, Turquía y la Santa Sede (de acuerdo a información proporcionada por Vatican Insider) establecieron formalmente relaciones diplomáticas en 1960.
La diplomacia del Papa Francisco posiblemente no se lea mucho en la sección de internacionales en los periódicos de nuestra región, pero es de saberse que es muy activa y que tiene el objetivo de poder colaborar a la construcción de la paz en países en donde los conflictos armados han llegado a estratoféricos niveles de violaciones a los derechos humanos.
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