El sargento estadounidense Bowe Bergdahl, quien fue mantenido en cautiverio durante casi cinco años por los Talibanes, ha sido liberado y está ahora bajo la tutela de los EE.UU., dijo el sábado la administración Obama.

“En el nombre del pueblo estadounidense, yo he tenido el honor de llamar a sus padres para expresarles nuestra alegría, por cuanto ellos pueden esperar ahora su seguro retorno” dijo el presidente Barack Obama en una declaración.

“La recuperación del sargento Bergdahl es un recordatorio del inquebrantable compromiso de los EE.UU. de no dejar a ningún hombre o mujer en uniforme en el campo de batalla” dijo él.

Bergdahl, quien fue capturado en Afganistán el 30 de junio del 2009, está ahora bajo el cuidado del ejército de los EE.UU., luego de haber sido entregado por sus captores en Afganistán, dijo en una declaración el Secretario de Defensa Chuck Hagel.

La entrega siguió a las negociaciones indirectas entre los Estados Unidos y los Talibanes, con el gobierno de Qatar sirviendo en calidad de mediador. Como parte de la liberación de Bergdahl, los Estados Unidos acordaron entregar a la tutela de Qatar a cinco talibanes detenidos en la prisión estadounidense de la Bahía de Guantánamo, en Cuba.

Hagel dijo: “En el día de hoy, yo informé al Congreso de la decisión de transferir a cinco detenidos desde la Bahía de Guantánamo a Qatar” con quien Washington ha estado coordinando estrechamente para asegurar que las medidas de seguridad sean las correctas y que la seguridad nacional de los Estados Unidos no sea comprometida.

Hagel agradeció al Emir de Qatar por su papel fundamental para facilitar el regreso de Bergdahl.

Obama, en su declaración, también expresó su agradecimiento al Emir de Qatar, cuyo “compromiso personal para con estos esfuerzos es un testimonio de la colaboración entre nuestros dos países”.

Obama también agradeció al gobierno de Afganistán por todos sus esfuerzos en asegurar la liberación, expresando la esperanza de que “la recuperación de Bergdahl podría potencialmente abrir la puerta a discusiones más amplias entre los afganos sobre el futuro de su país, al crear la confianza de que es posible que todas las partes encuentren intereses en común”.