Uno de los principales líderes religiosos de Ucrania, el rabino Yaakov Dov Bleich, acusó a Rusia de escenificar deliberadamente “provocaciones” antisemitas en Crimea para justificar su invasión de la ex república soviética, que forma parte de Ucrania desde 1954. El 4 de marzo en una conferencia de prensa en la oficina estadounidense de la organización Comunidades Judías Unidas de Europa del Este, el rabino Bleich comparó el comportamiento de Rusia con el de los nazis antes de la invasión Anschluss de Austria en 1938. “Los rusos han hecho cosas disfrazándose de nacionalistas ucranianos”, dijo, agregando que esa es “la misma manera en la que actuaron los nazis, cuando querían entrar en Austria y crearon provocaciones”.
El rabino Bleich, vicepresidente del Congreso Mundial Judío, también anunció la creación de una organización de ayuda, la KievRelief.org, para financiar la seguridad de sinagogas y mezquitas y proveer asistencia humanitaria para todos los ucranianos.
El rabino Bleich, quien en 1989 se mudó de Brooklyn, Nueva York, a Ucrania, junto con otros líderes políticos y religiosos ucranianos se reunió el 4 de marzo con John Kerry, Secretario de Estado y agradeció a Kerry por el apoyo de los Estados Unidos a raíz de las tensiones que tienen lugar en el área. “Le entregué el comunicado oficial de la comunidad judía”, dijo el rabino Bleich luego de la reunión. “Nosotros no queremos derramamiento de sangre y no queremos una guerra; nosotros queremos que todo se resuelva diplomáticamente, a través de conversaciones. Venimos juntos para decir que queremos que Ucrania siga unida.” El rabino Bleich había estado a mano cuando Kerry rindió honores en la plaza Maidán en Kiev a las docenas de manifestantes que fueron muertos por las fuerzas gubernamentales.
En la conferencia de prensa de Nueva York, el rabino Bleich dijo que él exhortaba a Kerry a que se traslade la cumbre de las más importantes naciones del mundo a Kiev para “mostrar que ustedes se preocupan por el pueblo de Ucrania; muestren que ustedes están con ellos y cambien el G8 por el G7”. “La idea fue bien recibida”, dijo el rabino Bleich. “El Secretario de Estado dijo que le gustaba la idea, y que su gente le había dicho que le encantaba”. El rabino dijo que él instaba a EE.UU. a proveer asistencia militar a Ucrania. Aunque él admitió que los estadounidenses están cansados de la guerra, Ucrania necesita de “botas en el terreno para proteger la democracia” y prevenir “que la guerra fría se ponga caliente”.
Cuando le preguntaron sobre el antisemitismo entre los nacionalistas ucranianos, particularmente en los dos partidos de extrema derecha que han sido incluidos en el nuevo gobierno, Bleich reconoció que hay preocupación al respecto, pero que la comunidad judía ha recibido por parte de altos líderes gubernamentales garantías de que su seguridad será protegida. “Los rusos están exagerando esto en forma totalmente desproporcionada” dijo, refiriéndose al tema del antisemitismo entre algunas facciones nacionalistas ucranianas. Él dijo que los ucranianos están unidos en su respuesta a la intervención rusa. “Había muchas diferencias de opinión durante la revolución, pero todas ellas han desaparecido hoy” dijo. “Nos enfrentamos a una amenaza exterior llamada Rusia. Eso ha unido a todos”.
Durante las protestas en Kiev, hubo por lo menos dos ataques salvajes a judíos, reportados en otras zonas de Ucrania, que causaron graves heridas. Además, una sinagoga en Kiev fue quedó embadurnada con consignas pro-nazis.
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