ADDIS ABEBA, Etiopía, 6 de mayo de 2014 (ACNUR/UNHCR) – En Etiopía, ACNUR está detectando un fuerte aumento en el número de refugiados que huyen del conflicto en Sudán del Sur después de que las fuerzas del gobierno tomaran Nasir, un bastión rebelde en la región del Alto Nilo, durante el fin de semana.
Durante las últimas 72 horas, más de 11.000 personas han atravesado la frontera sursudanesa y han llegado a la ciudad etíope de Burubiey, una pequeña y remota comunidad a orillas del río Baro, que delimita la frontera entre los dos países.
Los refugiados han contado al ACNUR que hay más personas de camino y que muchos se agolpan en el lado sursudanés de la frontera esperando para cruzar el río en una de las escasas pequeñas embarcaciones que realizan el trayecto. Los refugiados recién llegados, todos de la etnia nuer, dicen que hay miles más que están huyendo de Nasir, a unos 30 kilómetros de la frontera.
Los refugiados están siendo registrados a su llegada y se les está ofreciendo atención médica básica y cuidados nutricionales, además de artículos de primera necesidad en el centro de recepción que se abrió la semana pasada por parte de ACNUR y ARRA, la agencia del gobierno etíope responsable en materia de refugiados y retornados.
ACNUR y sus socios, incluyendo a ARRA y la Sociedad de la Cruz Roja Etíope, MSF, el PMA y la OIM,están aumentando rápidamente su respuesta para hacer frente al incremento repentino de nuevos refugiados, algunos de los cuales están heridos y necesitan atención médica urgente, así como para mejorar las condiciones de hacinamiento. Miles de personas están todavía esperando para ser registradas y ACNUR está desplazando a parte de su personal desde el cercano campo de refugiados de Leitchuor hasta Burubiey para ayudar, al tiempo que se está dando prioridad a las personas que llegan con necesidades urgentes de atención sanitaria y nutricional. La Agencia también está trabajando para desplegar más personal y ayuda humanitaria en la zona.
Una vez que son registrados, se traslada a los refugiados al campo de Kule, a unos 250 kilómetros al este del país. Este campo está alcanzando ya su capacidad máxima de 40.000 refugiados, por lo que se ha establecido otro campo cerca para acomodar a 30.000 personas más.
La OIM, uno de los socios de ACNUR, también está aumentando su capacidad de transporte para trasladar a las personas desde la frontera hasta los campos. Se espera que en cualquier momento comiencen las fuertes lluvias y a partir de entonces será difícil trasladar a los refugiados desde Burubiey.
La gran mayoría de los recién llegados son mujeres y niños (más del 70%), aunque cada vez hay más hombres que huyen del conflicto.
Más de 110.000 refugiados han huido de Sudán del Sur hacia Etiopía desde que estalló la violencia el pasado mes de diciembre. Hasta ahora, unas 102.000 personas han pasado por el nivel 1 de registro. Están alojados en cuatro campos gestionados por ACNUR y ARRA en el oeste de Etiopía, en la región de Gambella.
Otros 205.000 refugiados han huido a Uganda (102.698), Sudán (67.401) y Kenia (34.770), mientras que 923.000 personas siguen desplazadas en el interior de Sudán del Sur. En conjunto más de 1,3 millones de sursudaneses están desplazados por la crisis actual.
Mientras, el llamamiento interagencial para la Emergencia de Refugiados en Sudán del Sur sigue sin recibir los fondos que necesita para hacer frente a las necesidades básicas, ya que sólo se ha recibido el 14% de los 370 millones de dólares solicitados. Teniendo en cuenta que el número de personas desplazadas sigue aumentando, ACNUR espera incrementar este llamamiento en los próximos días.
Fuente: ACNUR
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