Los líderes del Grupo de los Siete (G7) concluyeron su cumbre de dos días el martes con un compromiso para tomar acciones sobre asuntos que van desde el cambio climático hasta el conflicto en Ucrania y la lucha contra el terrorismo.
Los acuerdos a los que se llegó sobre el problema del cambio climático son los que más han llamado la atención; los países del G7 se comprometieron a acortar la brecha de apoyo financiero a los países en desarrollo para abordar el cambio climático, y declararon como objetivo la descarbonización global para este siglo.
En una declaración conjunta emitida luego de la cumbre, que tuvo lugar en la ciudad alemana de Garmisch-Partenkirchen, los líderes de estado y gobierno de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Gran Bretaña y los Estados Unidos señalaron que sus objetivos eran la descarbonización global para este siglo y la reducción de emisiones globales de carbón en un 40 a 70 por ciento para el año 2050, en comparación con los niveles de 2010; y le pidieron a “todos los involucrados” compartir la misión.
En cuanto al G7, los líderes declararon que sus países se esforzarían por buscar una transformación de sus sectores energéticos para el año 2050, así como por desarrollar estrategias nacionales de bajo consumo de carbón a largo plazo. El grupo también reafirmó el compromiso para continuar con sus esfuerzos por cumplir con el objetivo de proporcionar 100 mil millones de dólares americanos por año para el año 2020 a los países en desarrollo para ayudarlos a lidiar con el cambio climático.
La financiación, no obstante, no solo vendría del sector público, la fuente principal requerida por los países en desarrollo, sino que también incluiría fuentes privadas. Respecto del conflicto en Ucrania, otro tema candente de la cumbre de este año, el G7 expresó su preocupación por la escalada en las luchas en las regiones orientales del país y urgió a todos los bandos a respetar plenamente el alto el fuego, a implementarlo y a retirar armas pesadas.
Los líderes de los siete países industrializados reiteraron su apoyo total a los esfuerzos por encontrar una solución diplomática al conflicto en Ucrania y renovaron su llamado para la íntegra aplicación de los acuerdos de Minsk celebrados en febrero de 2015. Le pidieron al gobierno ucraniano “continuar en forma decisiva con la transformación fundamental necesaria en línea con los acuerdos del FMI y la UE”, y prometieron apoyo financiero y técnico adicional a las medidas de reforma de Ucrania.
En cuanto a la política de sanciones, el grupo del G7 dijo que está relacionada con “la implementación completa de los acuerdos de Minsk y el respeto de la soberanía de Ucrania”, y añadió que podrían adoptarse medidas restrictivas adicionales de ser necesario. En la conferencia de prensa posterior a la cumbre, el presidente de los Estados Unidos Barack Obama dijo que había habido algunos debates respecto de cuáles serían los pasos que se tomarían si la situación en Ucrania empeoraba y, al mismo tiempo, resaltó que los líderes del G7 esperan que el conflicto con Ucrania pueda resolverse sin la imposición de nuevas sanciones.
En el área tradicional de los asuntos económicos, los países del G7 le dieron la bienvenida al progreso en las principales negociaciones comerciales actuales, incluida la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI) entre la UE y los Estados Unidos.
“Aceleraremos en forma inmediata el trabajo en todos los asuntos de la ATCI a fin de asegurar el progreso en todas las etapas de las negociaciones, con el objetivo de finalizar los entendimientos en la elaboración de un acuerdo tan pronto como sea posible, preferentemente a fin de este año”, fue su declaración conjunta. Los líderes del G7 también se comprometieron a ayudar a mejorar las condiciones de trabajo y protección ambiental en las cadenas de suministro globales.
Al respecto, expresaron su apoyo para que se estableciera un fondo llamado “Vision Zero Fund”, con el objetivo de prevenir y reducir muertes y lesiones graves relacionadas con el lugar de trabajo mediante el refuerzo de marcos de trabajo públicos y el establecimiento de prácticas comerciales sustentables.
Respecto del terrorismo, los líderes consideraron que la lucha contra el terrorismo y la financiación terrorista es una prioridad para el G7, y que el grupo reforzará su acción coordinada en esta área. En particular, reafirmaron el compromiso para implementar en forma efectiva el marco de trabajo internacional establecido para el congelamiento de los activos de terroristas y prometieron facilitar solicitudes de congelamiento transfronterizas entre países del G7.
Además, acordaron tomar nuevas medidas para asegurar más transparencia de todos los flujos financieros, incluso mediante una regulación apropiada de las monedas virtuales y otros métodos de pago.
Respecto de la estrategia contra el Estado Islámico, Obama dijo que la comunidad internacional tiene la intención de hacer más para entrenar a las fuerzas de seguridad de Irak y mejorar sus equipos para la lucha contra el terrorismo. También señaló que se deben hacer más esfuerzos para detener el flujo de combatientes extranjeros, y también que es necesario un mejor control de las fronteras en los países relacionados.
Además, también han alcanzado principios comunes para promover un sistema financiero internacional fuerte, para abordar las causas de las crisis de refugiados, para responder mejor a las emergencias de salud pública y para impulsar la iniciativa empresarial de las mujeres, etcétera.
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