El aeropuerto internacional Jinnah en la sureña ciudad portuaria pakistaní de Karachi fue reabierto para los pasajeros el lunes por la tarde, luego del ataque terrorista nocturno del sábado, donde murieron 19 personas y otras 25 resultaron heridas, dijeron los medios y funcionarios locales.
La Autoridad de Aviación Civil (AAC) del país dijo en su declaración que el aeropuerto fue reabierto para los pasajeros, luego de que las fuerzas de seguridad lo declararon seguro.
Más temprano en la tarde, el aeropuerto fue devuelto a la AAC, después de que el ejército completara su extensa operación de rastrillaje en las dependencias del aeropuerto y sus áreas circundantes.
Un vocero de los Rangers (una fuerza paramilitar) dijo que el aeropuerto fue devuelto a la AAC, luego de que fuera minuciosamente chequeado por las fuerzas de seguridad, que se aseguraron de que no había quedado ningún rastro de explosivos.
Shujaat Azeem, asesor en temas de aviación civil del primer ministro pakistaní, Nawaz Sharif, dijo que el aeropuerto estaría en condiciones de operar a las 4 de la tarde (hora local), más de 16 horas después de que comenzara el ataque terrorista.
Durante la clausura del aeropuerto, a partir de las 11:20 de anoche, cerca de 20 vuelos, incluyendo siete vuelos internacionales, fueron afectados y se desviaron a otros aeropuertos o fueron cancelados.
El primer ministro impartió directivas a las autoridades aeronáuticas y aeroportuarias para que se ayude a los pasajeros proveyéndolos de todo tipo de servicios, y que se reabra el aeropuerto para operaciones de rutina, sin demoras innecesarias.
La Aerolínea Internacional Pakistaní (AIP) ha anunciado sus primeros horarios para dos vuelos de cabotaje, el primero desde Karachi a Islamabad y el segundo desde Islamabad a Karachi en la tarde del lunes.
El incidente comenzó el domingo por la noche cerca de las 11:20 (hora local), cuando por lo menos 10 militantes fuertemente armados ingresaron en la terminal del aeropuerto, utilizado para carga y operaciones especiales VIP, lanzando granadas de mano y abriendo fuego contra el personal de seguridad.
De acuerdo con lo que anunciaron los funcionarios, los militantes llegaron a las instalaciones del aeropuerto en un vehículo, antes de dividirse en dos grupos. Los asaltantes, vistiendo el uniforme de la Fuerza de Seguridad Aeroportuaria (FSA), atacaron el aeropuerto desde dos flancos con cohetes e intenso fuego de armas largas. El desenlace del ataque tuvo lugar en la madrugada del lunes, cuando todos los diez atacantes fueron muertos durante un operativo conjunto del ejército pakistaní, los Rangers, la FSA y la policía.
Seemi Jamali, superintendente médico del hospital Jinnah de Karachi, dijo que un total de 19 cadáveres y 25 heridos fueron trasladados de urgencia al hospital, donde algunos de los heridos estaban siendo tratados en la unidad de terapia intensiva. Jamali dijo que en breve los 10 cadáveres de los terroristas también serían llevados a la morgue.
Un informe sobre el ataque le ha sido elevado al primer ministro, el cual dice que los terroristas trataron de tomar el control del aeropuerto y querían destruir todos los aviones que había en el aeropuerto, pero las fuerzas de seguridad contraatacaron y frustraron el plan. El lunes por la mañana los Talibanes pakistaníes se adjudicaron la responsabilidad por el ataque, diciendo que este fue lanzado en represalia por una intempestiva operación militar en sus escondites, en las áreas tribales noroccidentales del país.
El vocero talibán, Shahidullah Shaid, calificó el ataque de venganza por la muerte del ex jefe de los Talibanes, Hakimulla Mehsud, en un ataque con aviones estadounidenses no tripulados en noviembre del año pasado, y prometió llevar a cabo más de estos ataques en el futuro.
Los comentarios están cerrados.