Chomsky es uno de los grandes filósofos en activo con análisis muy precisos sobre la realidad económica y social. Nació en Filadelfia en 1928. A lo largo de cincuenta años ha impartido clases en el MIT.
Su obra como lingüista ha marcado época. El generativismo se opone al conductismo de Skinner, ya que Noam Chomsky afirma el innatismo del lenguaje, así como la existencia de un órgano del lenguaje y una gramática universal.
En su libro Réquiem por el sueño americano realiza una crítica muy dura del neoliberalismo económico en el que vive la sociedad norteamericana. Escribe, por ejemplo, que «Hoy en día, lo que sentimos es que nada volverá, que todo ha terminado». Es verdad que la desigualdad está aumentando de modo desproporcionado.
El capitalismo neoliberal con el dominio de las multinacionales está imponiendo sus reglas económicas que benefician a los ricos a toda la población. Y esto lo explica también el pensador estadounidense en este libro. Lo de que trabajando duro las personas se pueden hacer ricas ya no es algo cierto en Estados Unidos.
Es consciente de que el poder político de las clases ricas es enorme y es el que mueve realmente los hilos de la alta política de los países poderosos y también de los que no lo son.
La política neoliberal beneficia a los ricos y, según Chomsky, perjudica a las capas sociales medias. Se comprende perfectamente que sea adecuado traer a colación al Estagirita para decir con palabras de Chomsky que «Aristóteles tenía razón para remediar la paradoja de la democracia hay que reducir la desigualdad, no reducir la democracia».
Está claro que lo lógico sería que la producción de los Estados Unidos sirva para el beneficio de toda su población. Es lo esperable y también lo es que esta riqueza mejore realmente al mundo.
El pensador norteamericano critica duramente el sistema de asistencia sanitaria de Estados Unidos por insuficiente para atender las necesidades de toda la población. El modelo sanitario español sería el más adecuado para Norteamérica con los ajustes oportunos. Apostar por una sanidad pública universal es la mejor estrategia para el presente y el futuro. Es la manera de incrementar el bienestar individual y la calidad de vida.
En relación con la educación Chomsky insiste en que se deben tomar decisiones sociales y políticas para garantizar una educación gratuita para todos. Y es posible y perfectamente realizable, si existe decidida voluntad política de hacerlo. Que existan en términos de este filósofo «Unas normas para los ricos y otras normas opuestas para los pobres» es claramente injusto y discriminatorio.
Considera que desde su interpretación anarquista de la política y de la sociedad es posible y realizable otro tipo de realidad y estructura social. Conviene clarificar los conceptos fundamentales del liberalismo y socialismo. La libertad, igualdad, justicia, autoridad son conceptos que sirven para ir delineando los ejes fundamentales de una nueva sociedad solidaria. Según sus planteamientos de lo que se trata es de ir cambiando y experimentando la potencia del anarquismo para que cada persona ponga en práctica su capacidad creativa al máximo para la construcción de nuevas estructuras sociales justas. Y esto precisa de una labor continua y comprometida de los que quieren cambiar la realidad social.
Chomsky no niega los grandes logros de los Estados Unidos, ya que son evidentes para todos. Se puede pensar en el avance científico y tecnológico que es realmente asombroso, sin duda. Pero esto no es suficiente por sí solo. Evidentemente, se necesita que el Estado intervenga en la economía para la protección de la clase media frente a los intereses de las grandes empresas y multinacionales y esto es lo que cualquier gobierno norteamericano debería tener presente en sus decisiones políticas y en la propuesta de leyes y normas para la regulación del mundo financiero.
Frente a la privatización es más rentable socialmente la función pública que realiza el Estado. La sanidad pública es insustituible y la educación lo mismo. Por supuesto, las empresas privadas ya existen y están al alcance de los que quieran y puedan beneficiarse de las mismas.
De esto es plenamente consciente Chomsky. Lucha por un mundo justo y solidario. Ya que escribe «Para los ricos, el Estado es un Estado fuerte, dispuesto a reaccionar en cuanto tienen un problema y rescatarlos». Esto no sucede respecto a la mayoría de la gente que no es rica.
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