La presidenta de Brasil Dilma Rousseff acusó este martes al vicepresidente Michel Temer de intentar recortar su mandato por medio de un juicio político, medida que será debatida a partir del viernes y votada por el Congreso el domingo.
“Cayeron las máscaras de los golpistas”, declaró Rousseff, quien aludió al audio divulgado “por error” en el que Temer parece dar como un hecho la destitución de la mandataria y pide construir un gobierno de “salvación nacional”.
En un acto con profesores y estudiantes, la presidenta cargó por primera vez en forma directa contra Temer, a quien no citó por su nombre una sola vez, pero a quien se refirió sin ambages al afirmar que “ahora usan la farsa de la filtración para difundir la orden del golpe”.
El polémico audio, cuya difusión el propio Temer atribuyó a un “error”, se dio a conocer el lunes, cuando una comisión parlamentaria decidió que existen razones jurídicas para un juicio político contra Rousseff y remitió el asunto al pleno de la Cámara de Diputados.
La decisión, apoyada por 38 votos frente a 27 que se opusieron, fue recibida con “tranquilidad” por el gobierno, según comentó este martes Jaques Wagner, ministro del gabinete de Brasil.
“Ahora conspiran abiertamente, a la luz del día, sin escrúpulos, para desestabilizar a una presidenta legítimamente electa”, advirtió Rousseff, quien apuntó que el país vive “tiempos extraños y muy preocupantes, tiempos de golpe, de farsa y de traición”.
El senador opositor Romeo Jucá, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), descartó de plano que la grabación de Temer haya sido divulgada deliberadamente para enervar los ánimos. Jucá también expresó su optimismo sobre la victoria del impeachment en la sesión del domingo, ya que la oposición recibe diariamente más apoyo.
En tanto, el opositor Moreira Franco, cercano a Temer, acusó este martes al gobierno de Rousseff de buscar apoyos contra el impeachment a través de la oferta de cargos en el gabinete.
Los ministros de Rousseff están “trabajando todo el día para atraer” el voto de diputados e impedir que el próximo fin de semana el Plenario de la Cámara baja apruebe la apertura de un proceso contra Rousseff, dijo Moreira Franco.
“Ellos están pagando al contado” con puestos en ministerios o empresas públicas a los dirigentes partidarios con los que se reúnen “regularmente”, reforzó Moreira Franco.
La votación adversa de el lunes por la noche en la comisión de juicio político no fue la única noticia negativa de las últimas horas para el gobierno de Rousseff. Una jueza anuló este martes en forma cautelar el nombramiento del ministro de Justicia, Eugenio Aragao, apoyada en que es miembro del Ministerio Público, razón que ya le costó el cargo a su antecesor Wellington Lima, informaron fuentes judiciales.
Lima dejó ese puesto después de dos semanas de embates judiciales el pasado 9 de marzo y fue sustituido por Aragao, quien también ha hecho carrera en el Ministerio Público, al que entró en 1988, antes de la promulgación de la Constitución de ese año, que impide que los miembros de ese órgano judicial ocupen cargos en el gobierno.
Aragao asumió su cargo el mismo día que el ex presidente Lula da Silva, antecesor y padrino político de la mandataria Rousseff, fue juramentado como ministro de la Presidencia.
Sin embargo, el nombramiento de Lula también fue anulado y está pendiente de una decisión del Supremo, debido a una seguidilla de medidas cautelares que lo objetaron y aún no han sido juzgadas.
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