La política de refugiados de la canciller alemana, Angela Merkel, sufrió el domingo un duro revés en una triple elección regional que castigó duramente a su Unión Cristianodemócrata (CDU) y confirmó el ascenso récord de partido ultraderechista y antiinmigración de Alternativa para Alemania (AfD).
Unas 12,7 millones de personas estaban llamadas a votar en los estados de Renania-Palatinado (oeste), Baden-Württemberg (suroeste) y Sajonia-Anhalt (este), en el primer test electoral para la líder alemana desde que decidiera dejar entrar a refugiados varados en Hungría, hace seis meses.
El electorado decidió dar un toque de atención a Berlín y usar su voto para mostrar su rechazo a la gestión de la crisis de solicitantes de asilo por parte del gobierno de coalición entre la conservadora CDU, de Merkel, y el Partido Socialdemócrata (SPD), en el poder desde 2013.
De todas formas, el secretario general de la CDU, Peter Tauber, afirmó que el partido no cambiará su política de refugiados a pesar de la pérdida de votos de los demócrata/cristianos.
“No me parece”, contestó al ser preguntado al respecto, informó la agencia de noticias alemana DPA.
Más claro lo tienen desde AfD. “Lo que vimos en estas elecciones es que los votantes se alejaron de los grandes partidos establecidos y nos dieron su voto, esperando que por fin seamos la oposición que ya no existe en el Bundestag y en otros parlamentos regionales”, dijo la jefa de AfD, Frauke Petry, en la cadena ARD.
Según los últimos resultados dados a conocer por las autoridades, el partido presidido por Frauke Petry registró un ascenso récord en los tres “Länder” al convertirse en la segunda fuerza más votada en Sajonia-Anhalt (24,2%) y la tercera en Renania-Palatinado (12,6%) y Baden-Württemberg (15,1%). Con esto, AfD suma presencia en los parlamentos regionales de 8 de los 16 estados federados alemanes, cifra que podría aumentar a 10 con las próximas elecciones en Berlín y Mecklemburgo-Antepomerania, también este año.
“Lo que vimos en estas elecciones es que los votantes se alejaron de los grandes partidos establecidos y nos dieron su voto, esperando que por fin seamos la oposición que ya no existe en el Bundestag y en otros parlamentos regionales”, dijo Petry, entrevistada por la cadena ARD.
“Tenemos una posición muy clara en la política de refugiados: no queremos recibir a ninguno”, explicó el vicepresidente de AfD, Alexander Gauland. “La gente que ha votado a AfD apoya esta política”, agregó.
Los 12,7 millones de personas que estaban llamadas a votar en los tres Länder, registraron un incremento en la participación de la ciudadanía, superando el 50%. Más allá de la fulgurante irrupción de AfD, lo que dejan estas elecciones en la estrepitosa caída sufrida por la CDU de la canciller Merkel. Pese a los resultados, para nada alentadores, el secretario general del partido, Peter Tauber, afirmó que la política de refugiados seguirá adelante, aunque la candidata de la CDU Julia Klöckner reconoció que con estos números los electores quisieron dar un “toque de atención” al gobierno.
El revés más duro para los cristianodemócratas ocurrió en el rico Land de Baden-Württemberg, donde por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial no fueron el partido más votado. Allí perdieron 12 puntos, pasando del 39% registrado en 2011 al 27%. En ese estado los ganadores fueron Los Verdes, que alcanzaron el 30,3% de las preferencias.
“Hemos hecho historia y hemos convertido a Los Verdes en la mayor fuerza del Land”, afirmó el primer ministro de Baden-Württemberg, Winfried Kretschmann, sobre el resultado de su partido entre fuertes aplausos.
El SPD, (social/demócratas) que perdió la mitad de su caudal de votos en Baden-Württemberg, no lo pasó mejor en Sajonia-Anhalt, donde pasó del 21,5 al 10,6% de los votos. Mejor suerte corrieron los socialdemócratas en Renania-Palatinado, donde se quedaron con el triunfo gracias al 36,2% de los votos obtenidos en respaldo a su candidata, Malu Dreyer.
El líder del SPD y vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, aseguró que el fuerte apoyo recibido por AfD es consecuencia de las disputas internas entre la CDU y su socio bávaro, la Unión Cristianosocial (CSU).
Solo en Sajonia-Anhalt la CDU pudo cantar victoria. Pero con AfD pisándole los talones.
“El resultado electoral es doloroso. Hemos perdido claramente”, reconoció el candidato del SPD, Nils Schmid.
El AfD nacido en 2013 en rechazo a los rescates financieros en la Unión Europea se valió del desencanto de los ciudadanos para resurgir después de fuertes problemas internos en 2015 y sumar tres nuevos parlamentos regionales a los cinco que ya tenía. A partir de ahora tendrá presencia en la mitad de los “länder” alemanes.
Tras la llegada el año pasado a Alemania de cerca de 1,1 millones de solicitantes de asilo, la crisis de los refugiados y las iniciativas para frenar los flujos centraron el interés de la campaña, al mismo tiempo que los ataques contra símbolos vinculados a los refugiados y los inmigrantes se multiplicaron en todo el país.
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