Josep Plá i Casadevall (Palafrugell, Gerona, 1897, 1981) es un escritor, periodista en español y catalán, que es considerado como una de las grandes figuras de la prosa en la segunda mitad del siglo veinte.
Se considera que escribió, al menos treinta mil páginas, y por tanto, con ello ha sido uno de los grandes artífices de la modernización de la lengua catalana, su adjetivación, tanto delante del sustantivo como después, se considera, un culmen en la genialidad retórica, utilizando ese recurso estilístico o de la oratoria.
Plá toca todos los géneros como la narrativa, los dietarios o diarios, el articulismo o columnismo, el ensayo, libros de viajes, etc. En los cuales, además de la famosa adjetivación que ya hemos indicado, utiliza por lo general, un estilo sencillo, que no simple, la ironía, por lo general muy alejado de los neogongorismos modernos y antiguos, es decir, huía-rehuía en general, de toda oratoria y retórica llena de figuras literarias.
No es este par de ojos delante de un cerebro, el que va a juzgar-analizar-sintetizar-sentenciar la biografía-vida-cuentos-narraciones-anecdotarios-calumnias-verdades-juicios temerarios de y sobre este escribiente-personaje-autor, que nació en el desastre del 98, y que vivió-existió en un siglo muy conflictivo, bañado por dos guerras mundiales, y en medio, la incivil guerra civil, una más, de las tantas que ha padecido este territorio y los hombres que la han habitado desde las guerras civiles de César, que también postularon sus banderas por estos montes y llanuras.
La Fundación José Plá, que diríamos es el objeto-objetivo-tema-discurso-argumento-microensayo como diría Gomá, es como casi todas las fundaciones de escritores, artistas, prohombres y promujeres de cualquier especialidad, es decir, de cualquier ser, que sus coetáneos consideran merecedores de museo o casa museo o museo-fundación o fundación, es el estudio y análisis de su producción cultural, en este caso literaria, es por un lado, la conservación, en segundo lugar, el acopio de nuevos materiales, a y en todos los sentidos, en tercer lugar, la difusión.
Cierto es, que después, cada entidad, tiene su idiosincrasia, debido a multitud de factores-variables-ponderaciones-causas, en primer lugar, por el personaje en concreto, su biografía, su lugar o región de nacimiento, su ideología; en segundo lugar, por quienes dirigen-gestionan dicha entidad, no es baladí, si tiene herederos directos, o lo conforman, diríamos una plataforma de entendidos-conocedores de la producción cultural del homenajeado. ¡Al final, quién pone los dineros-dinares-dólares-pesetas-euros para que el manantial de la vida continúe fluyendo a esa escultura literaria-cultural que denominamos museo-fundación!
Tercero, podríamos indicar, el “lugar que la biografía y la obra, en este caso, literaria, puede ocupar en el imaginario-memoria-sensibilidad-percepción-proyección de sus coetáneos. Esto, es también un elemento esencial. Porque al final, siguiendo el adagio clásico en arte, atribuido a Picasso, un cuadro es firmado por dos entidades, por un lado, el autor que lo realiza, segundo, por cada generación siguiente. De ahí, si se convierte en obra clásica, es decir, en una obra que es como un enorme espejo, que nos expresa mucho de ella misma, y cada siglo, va imponiendo-sumando nuevos contenidos.
Todo esto, es aplicable al genial Plá, personaje, dicen que retraído y silencioso y taciturno y solitario y escéptico y atado a su terruño, alejado de la parafernalia cultural regional o nacional o continental o mundial, pero siempre buscando el adjetivo que pudiese en tres o cuatro palabras entreveradas, a eso se denomina una oración, abrir un nuevo poso o pozo o escalera de conocimiento de la existencia-existenciario, diría Heidegger, de lo real, de lo humano real, de lo humano circunstancial, recordando al gran Ortega. Cómo se le achaca decir a Plá, la realidad es mucho más imaginaria que la ficción o la imaginación, la realidad es inagotable…
Esta Fundación, está formada por la Biblioteca, donde se conservan todas las obras del homenajeado, un centro de documentación, una proyección educativa literaria en general, y de su producción cultural, una sala de exposiciones sobre su obra permanente, las famosas rutas literarias paisajísticas de Plá, por la comarca y alrededores. No hay que menospreciar-olvidar-infravalorar, que esta Fundación está dentro de un objetivo-temático que Cataluña ha denominado Espais Escrits (Espacios Escritos) Red del Patrimonio Literario Catalán. Si he entendido bien cita esta iniciativa a 104 autores, 2502 espacios escritos y 87 rutas literarias –idea que bien podrían aprovechar y adaptar otras regiones de esta antigua Piel de Toro-Celtiberia-Iberia-Hispania…-.
Para terminar, un pequeño deseo, que supongo de vivir Plá, estaría de acuerdo, “pienso que tener dos manos y diez dedos, es mejor que solo tener una y tres dedos”. Y, con una frase de Plá, donde refleja su humildad y sencillez y sentido común y racionalidad y profunda esencialidad humana: “Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene”. Para alguien, que hasta dónde se sabe no tuvo hijos, creemos, expresa mucho de la realidad humana, profunda y esencial. La verdadera naturaleza de los sueños, como nos diría el gran Shakespeare. ¡En treinta mil páginas este genial escritor encierra mucha sabiduría…!
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