El gobierno griego dijo que revisará los procedimientos de adjudicación de contratos y aplicará mayores controles parlamentarios sobre los contratos militares, luego del escándalo de corrupción, en el cual por lo menos 10 funcionarios militares de alto rango se vieron implicados por aceptar sobornos por la aprobación de contratos con fabricantes extranjeros de armas.
El vicealmirante retirado Vassilis Martzoukos exhortó al gobierno griego a reorganizar los procedimientos de adquisición de suministros para la defensa y sentar un ejemplo para todos aquellos los involucrados en actos de corrupción.
Al tiempo que se va desarrollando el escándalo, el primer ministro Antonis Samaras prometió más medidas enérgicas contra la corrupción y le pidió al Ministro de Justicia que no fuera indulgente.
El escándalo estalló después de que Antonis Kantas, ex jefe de adquisiciones convertido en testigo del Estado, testificó que aceptó alrededor de 12 millones de euros en sobornos para aprobar contratos con alemanes, franceses, rusos y otros fabricantes de armas extranjeros.
Los contratos incluían compras de submarinos, tanques, aviones de combate a reacción y misiles.
Los contratos fueron adjudicados a finales de la década del 90 y a principios de la década del 2000, bajo los gobiernos socialistas del partido PASOK, cuando las tensiones con Turquía eran elevadas y las autoridades decidieron actualizar el arsenal militar de Grecia.
Otro testigo, Panayiotis Efstathiou, quien representaba a la empresa de defensa alemana Atlas Elektronik, atestiguó que el ex jefe de estado mayor y el ex jefe de la armada estaban entre los oficiales que aceptaron sobornos.
“Los chanchullos eran una desafortunada y horrible realidad. La mayoría de los funcionarios griegos llevan a cabo sus deberes en forma conciente. Infortunadamente, una minoría buscó y exigió sobornos para implementar programas de armamento”, dijo Efstathiou por boca de su abogado.
Un tercer testigo, Dimitris Papachristos, quien representaba al fabricante de armas alemán Krauss-Maffei Wegmann (KMW), fue encarcelado luego de testificar, y esta aguardando ser sometido a juicio.
Al tiempo que el gobierno está investigando también al ex Ministro de Defensa Yiannos Papantoniou por no haber reportado el origen de su riqueza, las autoridades alemanas dijeron que investigarán si KMW sobornó a por lo menos un funcionario griego, para que comprara 170 tanques Leopard 2.
El más reciente escándalo se produce apenas meses después de que otro ex ministro de Defensa, Akis Tsohatzopoulos, fuera sentenciado a 20 años de prisión bajo cargos de corrupción.
Los escándalos han sacudido a las fuerzas armadas de Grecia, cuyo presupuesto ha sido drásticamente reducido por órdenes de la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, para que esta troika pudiera aportar 240 millones de euros en dos rescates.
Grecia era una gran compradora de armas durante las últimas tres décadas de elevadas tensiones con su socio de la OTAN, Turquía, luego de la Guerra de Chipre, en la década del 70, pero las nuevas órdenes de compra se han interrumpido desde que comenzara la crisis económica en 2009.
Haber convertido el soborno en norma en el Ministerio de Defensa, originó un quiebre de seguridad de gran magnitud, ya que los funcionarios siempre corrían el riesgo de ser chantajeados, dijo Ioannis Michaletos, del Instituto para la Seguridad y Análisis de la Defensa, basado en Aténas.
Los funcionarios militares, sin embargo, dicen sentirse alentados por los planes del gobierno de tomar nuevas medidas para cortar de raíz la corrupción.
No obstante, en los últimos años Turquía y Grecia parecen haber limado sus diferencias, ya que Ankara colabora activamente con Atenas en el campo del desarrollo económico. Un nuevo proyecto relacionado con la energía, que involucra a Turquía y Grecia, es el Oleoducto Trans-Adriático, que va a transportar gas natural azerí desde los campos de Shah Deniz en la zona del Caspio hacia el Sur de Europa.
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