Un niño de 13 años vence al ‘ciberacoso’ a través de un impactante spot publicitario que él mismo ha protagonizado

Un niño de 13 años vence al ‘ciberacoso’ a través de un impactante spot publicitario que él mismo ha protagonizado

Su nombre es Luke Culhane, es un irlandés que con tan solo 13 años ha creado, producido, editado y protagonizado una campaña excelente. En el vídeo de dos minutos y medio, se narra la historia de este niño, una dura lucha contra sus acosadores a través de las redes sociales.

Con el lema “#CreateNoHate”, Culhane ha querido transformar su mala experiencia en ayuda a otros chavales que se encuentren en su misma situación. Con una fotografía limpia, un mensaje claro y una mirada transparente, el pequeño realiza una excelente campaña publicitaria “antibullying”.

Así, cada insulto que recibe en su móvil u ordenador, se convierte en un golpe, un corte o una cicatriz. Unas impactantes imágenes basadas en una historia real que sirve como ejemplo de fortaleza y de cómo las redes sociales pueden pasar de ser un arma destructiva a una plataforma de gran poder persuasivo.

El “ciberacoso” es el empleo de información electrónica y medios de comunicación digitales como “E-mails”, redes sociales, blogs, mensajes de texto, teléfonos móviles y “websites” difamatorios para acosar a una persona, mediante ataques personales.

El famoso actor Tom Cruise está más susceptible que nunca ya que tuvo una pequeñez difícil. Acudió a 15 colegios diferentes ya que su familia cambiaba mucho de domicilio. Durante toda su etapa escolar recibió golpes y burlas por parte de sus compañeros, por su dislexia. En sus últimas declaraciones a la revista “Parade” afirma que sufrió acoso por parte de sus compañeros de colegio.

En los últimos años hemos sido testigos de un notable aumento de los casos de acoso escolar en los institutos y fuera de ellos entre niños cada vez más pequeños. Esto es un problema social de primer orden que es necesario atajar a través de la educación y la concienciación social.

Sin embargo, y a pesar de que cada vez son más los que denuncian estas situaciones, siguen siendo muchos los que por miedo a consecuencias peores aguantan en silencio una constante y permanente humillación.

“Las desventuras de la niñez repercuten sobre toda la vida y dejan una fuente inagotable de melancolía en el corazón del hombre”, afirma P. Brulat.

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