El Paraguay se encuentra en medio de una grave crisis de salud pública y altísimo nivel de corrupción en la administración pública que viene expandiéndose de forma proporcional con la cantidad de muertes que está cobrando el Covid – 19 en todo el territorio nacional. Aparte de este escenario tumultuoso, Asunción carece de una política exterior liderada por hombres íntegros y ejecutada por diplomáticos idóneos y honestos. Se observa la total ausencia de diplomáticos íntegros y defensa de los intereses nacionales del Paraguay en los mayores centros con gravitación geopolítica que pueden brindar apoyo estratégico a este país mediterráneo, que se encuentra en grave situación macroeconómica y sociopolítica.
La tarea de aportar nuevos pensamientos y líneas de estrategia en la política exterior del Paraguay se vuelve más difícil cuando el Diario 5 Días – bajo el mando de Enrique Rafael Rodríguez Duarte, lacayo del actual poder ejecutivo – y otros medios de comunicación están comprados por el actual gobierno de Mario Abdo Benítez y en consecuencia el país carece de una política exterior dinámica y sufre gravemente de los actos de nepotismo, estafa y tráfico de influencias orquestados en muchos casos por el Embajador Federico Alberto González Franco y su entorno de diplomáticos mediocres. José Antonio Dos Santos Bedoya es uno de los férreos aliados de González; que es actualmente candidato para ser jefe de la misión diplomática del Paraguay ante la Casa Blanca en Washington DC.
La candidatura de José Antonio Dos Santos Bedoya fue promovida enérgicamente en el Senado Nacional por el Senador Fidel Santiago Zavala Serrati, otro delincuente que le vendió helicópteros chatarra al estado Paraguayo para ser utilizados por la Policía Nacional; ganando millones de dólares en forma ilícita en cooperación con el ex ministro del interior Rafael Filizzola (2013). Es oportuno abrir las cartas y evaluar la actitud, comportamiento, capacidad de negociación y gestión de José Antonio Dos Santos Bedoya durante su trayectoria diplomática representando al Paraguay en el exterior. Varias fuentes fidedignas, desde la secretaria general de la ONU confirman que José Antonio Dos Santos – durante su servicio en la Misión Permanente del Paraguay ante la ONU (por seis años) ha demostrado altos índices de incapacidad, tremenda falta de tacto en la diplomacia pública materializada por su poca o nula participación en los eventos protocolares organizados por los países miembros de la ONU, básicamente pasó desapercibido ante una plataforma donde se podría aprovechar el buen relacionamiento con los Estados Miembros. Inclusive Dos Santos, sobrino del entonces Presidente Juan Carlos Wasmosy, en 1994 vino a Nueva York con el alto cargo de Cónsul General, durante toda su estadía jamás participo en los eventos oficiales organizados por las embajadas de Argentina y Brasil, socios del MERCOSUR, en ocasión de conmemorar las fiestas patrias de los respectivos países.
Con estos antivalores que acarrea Dos Santos, no es oportuno de enviar a un diplomático kaigué a representar el Paraguay en el centro del mundo, teniendo en cuenta que este mismo señor es un antisocial y nunca ha participado en los eventos oficiales y culturales organizados por los estados miembros de la ONU, donde pasó desapercibido. Convendría buscar a personas que han demostrado tener una trayectoria importante en cuanto a resultados de su gestión, su comportamiento y su acción para representar al Paraguay ante la Casa Blanca. El Paraguay, conduciendo las negociaciones de la Represa Itaipu Binacional con el Gobierno de Brasil; necesita un embajador de alto nivel en Washington DC y no reciclar los mismos mafiosos que se han vueltos en garrapatas del erario público y no aportan absolutamente ningún centavo a la economía nacional de este bello país ubicado en el corazón de Sur América.
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