¡Debemos pensar que el ser humano, a nivel individual o colectivo, puede realizar males, tiene el poder de hacer males enormes, que puede hacerlos, según su capacidad y voluntad y libertad, pero después, aunque se sea consciente que ha sido un mal no se puede reparar esos males, se pueden perdonar, por parte de Dios, o por parte de las personas afectadas o familiares, pero esos males no se pueden reparar! ¡Por lo cual, pueden ser castigados o sancionados, pero ese mal no se puede reparar totalmente, de ahí nace la enorme necesidad de ser cautos en los actos, es decir, que sean o tener al menos la intención clara y evidente del bien y de hacer el bien…!
– Al ser humano libre, o si se quiere, con enorme cantidad de libertad, el ser humano puede realizar multitud de actos y de actuaciones, y puede por tanto, realizar actos que nunca se arrepienta de ellos, incluso siendo malos en sí.
¿Por consecuencia, si alguien ha realizado actos muy graves, y si ese ser no se arrepiente, podríamos indicar que estará siempre en una especie de infierno, acepte esos errores morales muy graves, y además que esos males son irreparables, en gran medida, aunque puedan ser perdonables por las personas que los hayan sufrido, pero si además no se arrepiente la persona que los ha ejecutado, entonces, diríamos que esas personas en el fondo están viviendo en una especie de infierno personal e individual, sea consciente o no sea consciente de ello?
¡De ahí, la enorme importancia, de sopesar las grandes decisiones y los pequeños actos, que realizamos, de pensamiento, palabra, obra, deseo, de ahí la necesidad de arrepentimiento de los actos que hayamos realizados de forma negativa, y en la medida de lo posible de reparación, de ahí la necesidad de Dios, que nos otorgue el profundo perdón, porque en algunos actos, no es suficiente, el perdonarse a si mismo, ni que te perdonen los demás, sino que te perdone Dios, o sientas que Dios te ha perdonado…!
– El ser humano tiene que luchar, durante toda su vida, no contra la posibilidad de realizar grandes males, sino de pequeños males, porque los pequeños males son también males, sin caer en la escrupulosidad, y también los pequeños males pueden llevarte a realizar con más facilidad grandes males. Es fácil de entender, si empiezas a robar un euro, puedes que acabes robando cientos de euros.
– ¿La cuestión entre graves problemas morales y patologías psicológicas y psiquiátricas es enormemente compleja?
Habría que indicar que un mal es un mal, sea realizado por una persona cuerda o no cuerda, una persona enferma o no enferma. El mal es mal, sea grave o leve o mediano.
Otra cuestión es la responsabilidad de quién lo hace, la libertad del sujeto hacedor y la voluntad del sujeto que lo realiza.
Responsabilidad, que puede ser diferente, en los códigos jurídicos, el mismo acto, puede tener una responsabilidad diferente, en las leyes jurídicas de su sociedad, diferentes de los sistemas morales y éticos ortodoxos de su época, o del valor o evaluación religiosa y espiritual de sus creencias.
– No es lo mismo el mal que ser realiza por un error intelectual o cultural o del entendimiento o de la razón, que el mal que se realiza porque es un error de la libertad-voluntad-querer-autonomía.
Ciertamente, casi todos los errores morales, tienen muchas razones-motivos-causas, más si son grandes, más si son realizados de forma colectiva, y no solo individual, por lo cual, existe por lo general, una parte de error moral debido a un error de voluntad-libertad, adrede o menos adrede, y al mismo tiempo ese error, es un error de entendimiento-inteligencia-comprensión-razón.
En el fondo, está un problema, que se ha producido durante siglos, y que apenas sabemos respondernos, es cómo determinados individuos, ayudados o no, por colectivos o grupos, o épocas o tiempos, son capaces de realizar un mal tan grave y tan grande, según su poder y circunstancias, y cómo esos males no sabemos encontrar una explicación. Es decir, llevamos décadas pensando cómo el ser humano fue capaz de crear y hacer y diseñar y materializar los campos de exterminio en el siglo veinte. ¿Cómo pudo realizar toda esa gran cantidad de mal, sobre tal cantidad de personas…?
También siempre se ha indicado que una voluntad-libertad deformada va transformando de forma deficiente y deformando a una inteligencia-razón que en principio puede ser recta, y viceversa una razón deformada en su saber y moralmente, puede ir deformando la capacidad de la voluntad-libertad correcta. Quizás este proceso en feed-back, entre la razón y la irrazón, entre la razón y la voluntad-libertad puede explicar el mal, el enorme mal que individuos y colectivos han ejercido a lo largo de la historia, o que nosotros hemos hecho. Al final somos una mezcla de racionalidad e irracionalidad, por lo cual ambas realidades y entidades, deben ser conformadas y armonizadas de forma correcta, con un saber ortodoxo, y con una moralidad correcta.
De ese modo una mente sana se puede ir haciendo malsana, y una razón correcta se puede ir haciendo incorrecta, y ambos procesos se pueden ir ayudando, o dicho de otro modo, una persona cuerda racionalmente, con una voluntad-libertad equivocada o errónea por el mal o algún mal, va aceptando desde la razón ese mal, y se va haciendo irracional y en cierto modo, alcanzando cierto grado de locura, etc. Y viceversa. El mal va adaptando al individuo que lo hace a más mal, faciluitando más mal, a nivel teórico y conceptual y práctico y en la voluntad y en la libertad.
– ¿Debemos aceptar, que además de todas las razones, que hemos indicado en estos artículos sobre este tema, y otras razones, además de todas las teorías existentes, indicadas aquí o no, quizás, tengamos que pensar, y esto ya sería una razón filosófica teológica, que quizás, la concepción del cristianismo, que existe la figura del Tentador, sea cierta, y que dicha entidad o entidades, siempre inferiores a Dios, están siempre tentando al mal y a la maldad, a los seres humanos, a unos, de una forma y a otros de otra?
¿Y que es un enorme mal, que parte de la humanidad actual, ni siquiera se plantee que quizás el cristianismo y otras religiones, en esto tengan una posibilidad de verdad y de razón y de realidad? Siempre, sin exagerar el poder de esa figura, pero siempre no olvidando su deseo y capacidad de tentar, de tentar para el mal y la maldad a todos y cada uno de los seres humanos, a unos de una manera, a otros de otra…
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