La nueva serie “Chiringuito de Pepe” emitida por Telecinco ha alcanzado 4.656.000 espectadores, un 24,5% de la cuota de pantalla, de acuerdo con el ranking del semanario “Teleprograma” del 23 al 29 de junio.

La serie no es una apuesta valiente, ya que se nutre de recursos ya conocidos y vistos en la historia de la ficción española, sin embargo fluye con cierta naturalidad. El guión es simpático pero poco novedoso y en él se desenvuelven unos personajes sin dimensión. De esta forma, esta oferta se sitúa en un punto mediocre. Con bastante frivolidad y sexo explícito. Se abusa de las palabras soeces. Un personaje deforme forma parte del reparto. Un ambiente macarra y al mismo tiempo sentimental. Soborno y tráfico de influencias.

El querer orientarse a un público familiar, incluyendo a los menores y tramas para ellos, perjudica más que beneficia a la comedia, que tampoco se libra de un toque dramático en un formato burlesco. Un personaje tiene malformaciones físicas.

Sergi Roca ha conseguido abrirse camino en la alta cocina de diseño. Con 12 estrellas Michelín y muchas portadas en su haber, Roca es uno de los cocineros más importantes del país. Entregado al lujo y a los triunfos, ahora Sergi debe enfrentarse a una realidad desconcertante: su padre le confiesa, en el lecho de muerte, que él es hijo de un amigo suyo, Pepe, dueño de un chiringuito en Peñíscola al borde de la quiebra. Con deseos de reparar el daño que le hizo a su amigo muchos años atrás, le hace prometer a Sergi que se trasladará a ese pueblo levantino para impulsar el negocio familiar.

Necesitado de conocer sus verdaderas raíces, Sergi se traslada a Peñíscola con la clara intención de reflotar el negocio. Sin embargo, allí tropezará con algo más que un negocio: se encontrará con una familia. La serie está impregnada de esa ligereza lógica de las propuestas veraniegas. “Chiringuito de Pepe”, sin embargo se estrena con éxito de audiencia. Llega a más de 4,5  millones de espectadores.

La serie se ha librado de esa obsesión de situar las tramas en un entorno tan sucio, falso y viciado como sus protagonistas. Además se obvian esas escenas corales en las que gritar es la única opción para los personajes. Por el contrario, en “Chiringuito de Pepe” se filma en exteriores y se respeta el ritmo en la interpretación (Fuente: Telespectadores Asociados)