De nombre religiosa, Mari Carmen Crespo, de nombre de nacimiento, Teresa Encarnación Crespo Roig, Beniarrés, Alicante, 1912, Ontinyent, 2006, fue monja carmelita.
Sin entrar en los avatares que le tocó vivir-existir, siendo laica-seglar, en la incivil-civil guerra española del 1936, quizás la base-fundamento-pilar-decisión, para que después en 1941 fuese aceptada en el convento carmelitano de Ontinyent. ¿Qué podemos aprender de esta persona-vida-biografía, que se pasó seis décadas, en un convento de clausura…?
Si cada biografía-vida humana, de cada individuo, nos muestra-demuestra algún aspecto de la existencia-existenciario de la realidad humana, del ser humano, de la persona humana. Toda vida es un misterio y un enigma, pero también, nos vela-desvela algo de la humanidad, algo de todos nosotros, y también, algo individual-nuclear, que cada biografía-vida arrastra.
Cierto es, que las circunstancias, ambientales-familiares-sociales-culturales-naturales-históricas y, de todo tipo, condicionan el ser-estar de todo ser humano. Esa mezcla que somos de naturaleza y sociedad, de biología y psicología y sociología y cultura y… Pero, cada uno, con los que recoge o lo que le aportan o lo que le toca, puede seleccionar un camino u otro, una dirección u otra, un norte o un sur, con más éxito o con menos.
Pero en el corazón-esencia-naturaleza-mismidad-esencialidad de toda persona o persona humana o individuo, están dos realidades que tiene que decidir-elegir-escoger-intentar, sea cual sea su circunstancia, entre el bien y el no-bien moral, entre el Bien Metafísico o el Buen Dios, o dicho de otro modo, dejarse llamar por la llamada del Ser Supremo, cada uno en su situación, unos quizás, recolectando mieles en el campo, otros, quizás recogiendo papeles, aquel de allí, entre los pucheros de la vida cotidiana que se expresa en mil modos y maneras…
Esta mujer-carmelita-monja que comentamos, en su existencia-existencialidad-existenciario, esencialmente, se desarrolló en su edad madura-adulta-vejez entre las paredes de un convento, quizás entre cientos de metros cuadrados, de ser-existir, pudo desarrollar, no solo grandes conocimientos de la Naturaleza humana, sino grandes conocimientos, se dejó llenar de gran entendimiento de la Naturaleza del Ser Divino-Supremo-Amor-Amar…
Creo-estimo que todos los tiempos son difíciles, unos, tienen un tipo de dificultades, otros, quizás destacan en otras. Pero, en todos, todo ser humano, tiene que elegir, tomar muchas decisiones, pero tres de ellas, quizás se olvidan, de tanto realizarlas o constituirlas, la primera entre el bien y el mal moral-ético, el bien y entre, si ese bien, se realiza de forma notable o excelente, o si se hace de forma normal o mediana, y, ahí, entra la tercera gran dimensión del problema, dejamos que el Buen Dios tenga algún lugar en nuestra existencia, no ya, su realidad natural y ontológicamente natural que todo ser humano tiene y está Dios en él, sino de forma sobrenatural, dejamos que el Buen Dios de forma sobrenatural vaya abordando las paredes-manchas-lagunas-recovecos-telarañas de nuestra mismidad.
No estamos indicando, que toda la población, eso sería absurdo, se hiciese monje o monja, religioso o religiosa, no. Pero, cada uno, dentro de sus profesiones-oficios-vocaciones particulares en la vida-existencia, sus circunstancias, su estado de vida, casado o viuda o laica o seglar o anciano o niña o adolescente, “tiene que encontrar que la correcta moralidad inunde sus campos, como mar suave, y que el Buen Dios, atraviese su alma, como cascada dulce”.
Quizás, esta persona, María Carmen Crespo, que quizás jamás pensó, que el mundo la recordaría, que ingresó en un trozo de espacio, pequeño, en un tiempo concreto, quizás, esta persona, que buscó en el silencio ser olvidada de todos, menos del Buen Dios, quizás, esta mujer, sin saberlo, está volviendo al mundo. Muchas de sus amigas y de su generación, ya solo quedan en el recuerdo de sus descendientes directos, pero ella, que posiblemente pensó, que jamás sería recordada por nadie, está atravesando los muros de un convento, para ir atravesando la historia de una península, que denominamos ibérica, y que, quizás, nos está mostrando, que el misterio-enigma del ser humano, de cada ser humano, no sea entendible sin el enigma-misterio del Buen Dios, especialmente, en la interpretación del cristianismo, que tiene unas consonancias-voces-ecos-sinfonías diferente a otras concepciones de Dios.
En un tiempo que dicen que en Celtiberia, cada mes se cierra un convento o un monasterio o una casa de una congregación religiosa, quizás, debamos pensar, que el Buen Dios, como una gran campana, está esperando, detrás de cada esquina, a que todo ser humano, minuto tras minuto, quiera oír-entender-comprender ese mensaje, ese mensaje del Amor-Amar, o dicho de otra manera-forma, que todo ser humano tiene que mirar-observar, modestamente dentro de si mismo, para poder ver-intuir mejor todo lo de fuera de sí mismo. En unos tiempos, que tanto supermercado existe en los caminos de las espiritualidades-metafísicas-religiosidades, quizás, las tradicionales modos, de siglos derivados, de buscarse a si mismo, de buscar el Gran Misterio Dios, son las que en definitiva, tienen más valor y más valía. Olvidamos al Dios que ha estado con nosotros durante siglos y milenios, para buscarnos, nuevos dioses, nuevos mitos de dioses…
Si se me permite decirles, a esta orden religiosa y a otras, les recordaría, que en tiempos de Internet y Wikipedia, cada causa de beatificación que comiencen, que tengan, algún departamento cada orden religiosa o entre todas compartan uno, para abrir una página en Wikipedia, sobre la biografía de esta monja y de otras, y también, en los canales de video, hacer lo mismo, pequeñas biografías… ¡Queda estos pequeños retos de difusión-evangelización-conocimiento-promoción, de esta monja, como de otras personas que están en este proceso de inicio o incoación de un proceso de beatificación…!
¡Quizás, Pablo de Tarso y Teresa de Jesús y Juan de Yepes, lo entendería, y tendría un canal de video, varias páginas de Internet, y desde luego, algunas entradas en Wikipedia…!
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