Escondidas en las selvas, desiertos y montanas de Latinoamérica y el Caribe, yacen las claves para revertir el impacto del cambio climático. La región posee la fuente de oxigeno más grande del planeta, la mayoría de las diversas especies de fauna y flora, y varias maravillas naturales del mundo que necesitan nuestra ayuda. Aquí presentamos algunas iniciativas en marcha enfocadas en la preservación de cuatro sitios vitales para el futuro ecológico de nuestro planeta:
- Amazonia, Sudamérica- La selva más grande del mundo descansa en el corazón de América del Sur, con territorio en ocho países del continente: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guayana, Surinam y Venezuela. La Amazonia es la fuente de biodiversidad más grande que existe y uno de los factores más determinantes en la salud de nuestro planeta. La calidad del aire del mundo depende de la vegetación de la selva amazónica, y con la tendencia alarmante de desforestación, contaminación del agua y extracción de recursos naturales, su biodiversidad está más amenazada que nunca. Iniciativas surgidas de la Cumbre de París para regenerar los bosques y reducir las emisiones de dióxido de carbono preparan el camino hacia una solución global para preservar estos recursos preciosos en la Amazonia. El plan conocido como Colombia 2030: Sostenible y en Paz, establece un ejemplo en la región para que los países puedan de manera sistemática, trabajar para el desarrollo rural y la reforestación de la Amazonia de conformidad con los compromisos globales acordados en París.
- Desierto de Chihuahua, México y los Estados Unidos- El Desierto de Chihuahua es el más grande de Norteamérica, abarcando tanto a México como a los Estados Unidos. En consecuencia, los desafíos generados por los efectos del cambio climático son coordinados por los dos países. En México, el Desierto de Chihuahua es una de las áreas más vulnerables debido a la escasez de agua para mantener y apoyar a más de 1,000 especies endémicas, así como a los agricultores y ganado en los dos lados de la frontera. Un tratado binacional firmado en 1944, ha sido la solución para amortiguar la sequia extrema y manejar los recursos hídricos compartidos de la cuenca natural de un desierto que, entre los dos países, abarca 7 estados. Continuar esta asociación transfronteriza para combatir los intensos efectos del cambio climático es la mejor solución para preservar la biodiversidad del desierto de Chihuahua.
- Lago Enriquillo, República Dominicana- El lago más grande (375 km²) del Caribe ha venido expandiéndose a una velocidad de un 1 metro por año en la última década, destruyendo tierras de cultivo, los hogares de personas y algunas de las faunas silvestres más vulnerables de la República Dominicana. Los investigadores señalan que la extensión del lago se ha duplicado debido a las fuertes lluvias, teniendo ahora el tamaño de Atlanta, un fenómeno global sin precedentes. Los científicos sugieren que el cambio climático es la causa-raíz detrás de la subida de las aguas, aunque todavía ellos deben descubrir las razones precisas. Mientras tanto, el más reciente informe de Cambio Climático de los Estados Unidos (U.S. National Climate Assessment) pronostica más patrones meteorológicos extremos en el Caribe con menos tormentas tropicales, pero más intensas. En un intento para reducir los impactos del cambio climático, República Dominicana ha invertido 24 millones de dólares para lanzar un proyecto de ciudad verde con el fin de crear una comunidad ecológicamente sostenible para las personas que una vez vivieron en lo que hoy es el Lago Enriquillo. Esta nueva ciudad se llama Nuevo Boca de Cachón y es el hogar de más de 560 familias.
- Machu Picchu, Perú- La antigua civilización Inca en Machu Picchu, una de las más asombrosas maravillas del mundo moderno, ha estado continuamente amenazada por el cambio climático y El Niño. Glaciales derretidos debido a las altas temperaturas, han generado peligrosos deslizamientos de tierra e inundaciones dentro de Machu Picchu. Algunos de los esfuerzos de conservación que el gobierno local y empresas de tours están llevando a cabo para educar a los visitantes en cuanto al cuidado de este tesoro natural y cultural, incluye medidas de turismo sostenible para reducir el uso de bolsas plásticas y baterías que crean residuos no biodegradables.
El gran desafío de la presente generación, es la unión de todos para salvar estos recursos preciosos que están desapareciendo rápidamente debido a los efectos de los niveles elevados del mar y los patrones climáticos extremos. Si conoces otros tesoros naturales que necesitan ayuda de manera urgente, siéntete libre de dejarnos saber en la sección de comentarios.
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