El 28 de agosto del 2014, el ex primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, hizo su juramentado como el primer presidente elegido por sufragio directo del país, una posición en la cual se espera que continúe a ejercer el poder durante los próximos cinco años. Al hablar en su toma de posesión de mando en Ankara, la ciudad capitalina, el Sr. Erdogan, dijo: “la era de la vieja Turquía ha terminado”, haciendo referencia a los gobiernos anteriores que fueron seculares sobre lo que las fuerzas armadas ejercieron casi total influencia.
En el evento en el palacio presidencial asistieron altos representantes de más de 90 países, incluyendo varios jefes de Estado, como el Presidente de la Republica de Albania, Bujar Nishani, el Presidente de Bulgaria, Rosen Plevneliev y altas autoridades de otros países asiáticos. En esta ceremonia falto la presencia de altas autoridades de Europa Occidental. En nuevo presidente de Turquía añadió: “Ahora estamos en una época de una nueva Turquía que lleva el espíritu de la República”. Los analistas dicen que el Presidente Erdogan tiene una visión para un país que está creciendo económicamente, dominante en el Medio Oriente y socialmente conservadora hasta su corazón.
En las tempranas horas del día, el Sr. Erdogan tomó el juramento del cargo en el Parlamento, donde se comprometió a salvaguardar la existencia y la independencia del Estado y honrar a la Constitución, la adhesión a los principios de Mustafa Kemal Ataturk, el fundador de la Turquía moderna. La mayoría de los principales diputados de la oposición, incluyendo el presidente, Kemal Kilicdaroglu, boicotearon la ceremonia saliendo afuera de la sala antes que pronunciara el juramento el señor Erdogan. Un diputado de la oposición lanzó un folleto al presidente del Parlamento, Cemil Cicek, mientras este último estaba presentando el mandato presidencial.
Para el Presidente de Albania, Bujar Nishani, “esta es una oportunidad de fortalecer los lazos de amistad y la cooperación estratégica entre ambos países. En esta manera consolidar las relaciones bilaterales de Albania y Turquía.”
Recep Tayyip Erdogan está considerado como el líder más poderoso turco desde Ataturk. Aunque el papel del presidente ha sido en gran parte ceremonial y menos potente que el del primer ministro, el Sr. Erdogan se ha comprometido ha convertirse en un jefe de Estado mas activo, en ejercicio de todas sus facultades constitucionales.
Poco después de tomar el juramento del cargo, Presidente Erdogan nombró al ex ministro de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, como primer ministro, como se esperaba, con la tarea de formar un nuevo gobierno, que se anunciará el viernes. El jefe de inteligencia, Hakan Fidan, y el ministro de asuntos de la Unión Europea, Mevlut Cavusoglu, se encuentran entre los principales contendientes para el cargo de ministro de Relaciones Exteriores. Sr. Davutoglu, un miembro del partido leal y viejo aliado del señor Erdogan, también ha tomado las riendas del Partido Justicia y el Desarrollo o el denominado AKP, que ha estado en el poder y lidera el gobierno durante los últimos 12 años.
En el congreso del partido, el nuevo primer ministro Davutoglu añadió: “El legado de Erdogan es nuestro honor y se defenderá hasta el final”. Aunque el Sr. Erdogan debe romper relaciones con el AKP en su nuevo cargo, no es mas secreto la intención del nuevo presidente de trabajar en forma muy estrecha con el Sr. Davutoglu para re-estructurar la Constitución y en este modo pasar de un sistema parlamentario a uno presidencial.
El 29 de agosto, el Presidente de Azerbaiyán Honorable Ilham Aliyev, tuvo una conversación vía telefónica con el Nuevo Primer Ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu. El jefe de estado de Azerbaiyán felicito al nuevo primer ministro y expreso su confianza que las relaciones entre Azerbaiyán y Turquía serán fortalecidas durante los próximos años.
Para el presidente de Bulgaria, Rosen Plevneliev “los logros económicos y en el sector de desarrollo de Turquía son muy importantes en la región y toda la Europa.”
La implementación de proyectos regionales de infraestructura como la carretera Maritsa, el túnel de la línea ferroviaria bajo el Bósforo y la construcción de la línea del tren exprés entre Plovdiv y Estambul le dará una oportunidad a Bulgaria de transformarse en un puente de conexión comercial y centro logístico entre Turquía y Europa y también le dará una postura estratégica a Bulgaria en relación al medio oriente y la región de Asia. Bulgaria y Turquía tienen como objetivo de duplicar el intercambio comercial durante los próximos años. Según los datos del año 2013, el intercambio comercial alcanzo más de 4.700 millones de USD. Turquía es el segundo mayor (después de Alemania) socio exportados de Bulgaria.
El presidente Plevneliev en conclusión de su discurso añadió: “Estos proyectos son completamente en el interés del desarrollo económico de Bulgaria y tenemos previsto la generación de nuevos puestos de trabajo y el fortalecimiento de relaciones comerciales entre ambos países.”
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