GINEBRA, Suiza, 5 de octubre de 2015 (ACNUR) – La Agencia de la ONU para los Refugiados condena la violencia y lamenta la pérdida de vidas causada por el ataque suicida que tuvo lugar el pasado fin de semana en la ciudad de Baga Sola, en el oeste de Chad.
ACNUR está especialmente preocupado por el ataque en el campamento para desplazados internos chadianos de Kousseri, en Baga Sola, que dejó al menos 22 muertos en una zona en la que ACNUR y otras agencias humanitarias han estado intentando ayudar a proveer protección y ayuda a decenas de miles de personas desplazadas de sus hogares por el conflicto con Boko Haram.
Los informes de seguridad locales y de las Naciones Unidas explican que la tarde del sábado unos terroristas suicidas, entre ellos tres mujeres y dos niños, atacaron el mercado y el campamento para desplazados internos de Kousseri, en las afueras de Baga Sola. Las últimas cifras de ambos lugares ascienden a 47 muertos y decenas de heridos. Los casos más graves han sido trasladados en helicóptero a la capital, N’Djamena.
ACNUR trabaja con otras agencias en el campo de refugiados de Dar es-Salam, a 10 kms de Baga Sola. Todos los trabajadores de ACNUR en la zona y los 7.139 refugiados de Nigeria y de la República del Níger en el campo están a salvo, pero la Agencia ha cancelado los viajes de y hacia la región del Lago Chad. Los aviones de las Naciones Unidas están disponibles para evacuar a personas o enviar material de emergencia.
En las últimas semanas, ACNUR ha incrementado la ayuda para mitigar la difícil situación de 60.000 desplazados internos en la zona del lago, repartiendo materiales no alimentarios de primera necesidad a más de 32.800 desplazados. Muchas de estas personas fueron trasladadas desde las islas a principios de año puesto que el Lago Chad se convirtió en una zona de guerra. Otras agencias como MSF, PMA, UNICEF y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja también están respondiendo a las necesidades humanitarias de los desplazados internos.
Las condiciones de los desplazados son nefastas. La mayoría carecen de comida, cobijo y atención médica. Sus refugios improvisados, algunos de ellos fabricados con finísimas mosquiteras, ofrecen poca protección contra insectos o las inclemencias de la estación lluviosa que ahora tiene lugar.
Además de la distribución de ayuda, ACNUR también ha colaborado con el gobierno transportando alimentos desde la capital para los desplazados en la zona del lago, que incluyen arroz, aceite y azúcar.
El ataque en Baga Sola ha demostrado lo vulnerables y aislados que están los desplazados en la zona del lago y ACNUR aprecia la determinación del gobierno para aumentar la seguridad. La Agencia de la ONU para los Refugiados sigue comprometida a ayudar a los desplazados en el oeste de Chad e insta a la comunidad internacional a que ayude a Chad mientras afronta esta situación.
El ataque en Baga Sola, el primero en la ciudad, llegó un día antes de que varias terroristas suicidas mataran a nueve personas en Kangaleri, en el norte de Camerún.
Chad acoge a unos 438.000 refugiados, de los cuales 350.000 son de Sudán, 90.000 de la República Centroafricana y unos 13.000 de Nigeria.
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