En el Antiguo Convento de la Merced de Ciudad Real este verano se realiza una nueva exposición denominado Arte en Crudo de diez artistas que buscan con la forma y el color nuevas metas de expresión.
Existen dos grandes tendencias o ideologías en el arte y en las artes, unos que piensan, que un autor, sea autor plástico o sea de otro arte, tiene que someterse a un aprendizaje largo y extenso, por lo general académico. Y otros, que piensan, que ciertamente, un mínimo de tradición hay que conocer, y también del medio en que se desarrolla o el arte específico, pero que hay que dejar que el mundo interior del artista emerja. O dicho de otro modo, que a más educación cultural estética, más limitada está la expresión y la formalización interior.
A lo largo de estos dos últimos siglos, se han ido revalorizando, con distintos nombres, obras de estas tendencias y personas, han llegado a los grandes museos de arte y colecciones, ese arte que podríamos denominar del “silencio”, otros le denominan Arte Bruto, Arte Otro, Arte Marginal, incluso arte surrealista, etc.
Lo que ha mostrado y demostrado, que la necesidad del arte, de la búsqueda de la belleza, de la expresión de la interioridad, es algo universal, que desde Chauvet hasta ahora, el ser humano, todo ser humano necesita un arte, sea crearlo o sea practicarlo, es decir, hasta dónde sabemos, ninguna sociedad, puede ser y existir sin un arte predominante, que materialice la inmensa la subjetividad e inconsciente de la sociedad, sea la canción, la música, el arte plástico, la narración, la danza, etc.
Este arte de esta exposición, de estos diez autores, diez artistas, diez artistas plásticos entraría en esa combinación de categorías. Es arte en sentido estricto, es arte con mayúsculas. Quizás, el no estar “aplastado-condicionado por la academia, por la cultura oficial o extraoficial, por todas las tendencias de siglos”, cristaliza en un arte más libre, en una libertad interior que presentan y representan estas obras.
Esta exposición formada y conformada con obras de distintos géneros: pintura-dibujo, escultura, fotografía nos muestran como todo arte, mundos interiores y mundos exteriores. Obras de fácil interpretación o reinterpretación, obras de difícil interpretación y reinterpretación. Igual que ocurre en cualquier exposición del mundo, sea individual o colectiva, sea en un gran centro artístico internacional, sea en una feria mundial.
El tamaño de las obras, ahora cuánto más grandes parece que son más importantes, pero estas obras, de tamaño pequeño en su dimensión, son grandes y enormes en su significante y significado, quizás, haya que haber pasado por muchas fases psicológicas y de experiencias y vivencias en el mundo del arte, muchos lustros y años y décadas, de ver arte y de analizar y estudiar arte, para darse cuenta, que en pequeñas obras, en pequeños museos, en pequeñas exposiciones, que apenas nadie da importancia, se encuentran elementos que pueden, posiblemente, abrir nuevos caminos al arte. Esta exposición, algunas obras, algunos detalles, como espejos, nos enseñan, que han encontrado, quizás sabiéndolo, quizás sin saberlo, un alto grado de expresividad conceptual…
Esta iniciativa, que es un taller de creación que se realiza, cada jueves, en el Museo de la Merced, en el antiguo convento de la Merced, una iniciativa loable y honorable y necesaria, dirigida por el señor Julián Santos, y auspiciada por el director del museo, el señor José Ignacio de la Torre. Es una actividad, que puede parecer modesta y humilde, pero entre todas las exposiciones que en esta ciudad, de tamaño mediano, puede ser una de las más importantes que se desarrollan cada año. Una exposición con multitud de connotaciones, y bien harían los ciudadanos, de dentro y de fuera, de visitarla. Porque el arte, el arte es un espejo, y al final, nos habla de nosotros mismos, de usted mismo…
En mi modesto parecer, esta exposición, no desentona, es y tiene el mismo grado de valor y de calidad, que el resto de las obras, que en este centro se encuentran, obras de arte actual, de autores plásticos muy conocidos y de gran prestigio en el entorno nacional e internacional. Aconsejo que se visite la Web oficial de este colectivo, donde se pueden ver obras de diversos autores y autoras que han estado o están en este colectivo en estos años.
Y a los organizadores, siguiendo la filosofía antigua griega, que indicaba que no vale ninguna filosofía que “no cure algún mal”. Les sugiero, que intenten ponerse en contacto crear redes de conexión con centros y otros colectivos, que existan en la Mancha, o en España o en Europa, que tengan características similares. Y que esta semilla, podría ser, el principio, de un gran museo de este tipo en la Mancha, por ejemplo, en España, ya que tantos monasterios y conventos se están quedando vacíos, y que nadie sabe qué hacer con ellos.
¿Podría crearse el principio de algo similar a la Colección de Art Brut, en Lausana, el Museum im Lagerhauss, el Museo Gugging de Viena…?
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