Una cantidad de miembros del Consejo de Seguridad de la ONU se pronunciaron contra la decisión de realizar un referéndum sobre el estatus de Crimea el próximo domingo 16 de marzo.
Algunos miembros consideraron que la decisión es “contraria a la Constitución de Ucrania y por lo tanto ilegal,” dijo el pasado lunes a los reporteros Sylvie Lucas, la presidente del Consejo de Seguridad de la ONU y embajadora de Luxemburgo, luego del cierre de la reunió del Consejo.
Lucas agregó que la resolución de la crisis ucraniana debía estar basada en la Carta Estatutaria de la ONU. Los miembros del Consejo también recibieron con beneplácito los esfuerzos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para establecer un mecanismo de monitoreo, que pudiera tener acceso irrestricto a los dispositivos internacionales de control.
Sin embargo, en el cuartel central de la ONU, los países con poder de veto, incluyendo a Rusia, EE.UU., el Reino Unido, Francia y China continúan discrepando sobre este tema.
“Como están las cosas, es muy dudoso que cualquier resolución de la crisis en Ucrania provenga, aun remotamente, de la ONU, o del Consejo de Seguridad,” dijo a la Agencia Anadolu (AA), Thalif Deen, un analista político destacado en la ONU y jefe del buró de Inter Press (IPS).
“Cuando dos grandes poderes están en desacuerdo en el Consejo de Seguridad, la ONU siempre ha probado ser políticamente impotente,” advirtió Deen.
Él sostuvo que no hay una solución efectiva de la ONU, a pesar de los esfuerzos del Secretario General de la ONU y de su equipo en el lugar. Deen expresó su opinión de que no serán impuestas sanciones internacionales, pero que las sanciones pueden provenir en primer lugar de los Estados Unidos y posiblemente de la Unión Europea, aunque en grado menor.
Ban Ki-moon, el Secretario General de la ONU dijo también el lunes que él estaba “crecientemente alarmado por los acontecimientos en Ucrania”.
Él apeló a la comunidad internacional para que ayude a calmar la situación en Ucrania y que eso suceda antes y no después: “En esta coyuntura crucial, no podemos permitirnos un error de cálculo o la inacción”, dijo.
Entre tanto, Ban le pidió al Sub-Secretario General para los Derechos Humanos, Ivan Simonovic, que continúe su misión en Ucrania hasta el 15 de marzo, donde él evaluará la situación en materia de derechos humanos y hará recomendaciones a Ban para “tomar medidas adicionales”.
La ONU dijo que Simonovic ya había mantenido reuniones con el nuevo ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, el defensor del pueblo y con muchos diplomáticos extranjeros en Kiev, incluyendo a representantes de la sociedad civil y de organizaciones internacionales; él tiene también un viaje programado a Crimea.
El anterior enviado especial de la ONU a Ucrania, el ex embajador holandés en Ucrania, Robert Serry, finalizó la semana pasada su misión en Crimea luego de un incidente intimidatorio, durante el cual fue detenido, supuestamente por unos 15 rusos armados, quienes presuntamente gritaban el nombre del presidente de Rusia Vladimir Putin, mientras rodeaban el auto del enviado de la ONU.
A pesar de las reacciones adversas y las numerosas advertencias internacionales, las tropas rusas han sido desplegadas en la Crimea ucraniana desde el pasado mes, teniendo como telón de fondo las protestas y los actos de violencia que comenzaron el pasado noviembre en Kiev y otras ciudades ucranianas.
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