Por Iris Amador
Los más recientes miembros élite de las Fuerzas Armadas Hondureñas poseen una asombrosa habilidad para oler el contrabando.
Se trata de los 136 leales y bien entrenados perros que integran el Primer Batallón Canino de la Policía Militar del Orden Público, la cual ha entrenado a estos caninos para detectar drogas ocultas, dinero en efectivo, bombas y armas de fuego. Los perros se han convertido en expertos para frustrar las operaciones de la actividad criminal en el país centroamericano.
El Teniente Coronel de Infantería José Marcos Ávila Irías, jefe de este innovador Batallón Canino, se siente complacido de contar con estos fuertes y resueltos aliados en la lucha contra el crimen. Se siente particularmente impresionado por las habilidades olfativas de los perros; su sentido del olfato es hasta 100.000 veces más sensible que el de los humanos, según los científicos. La parte del cerebro canino que procesa los olores es proporcionalmente 40 veces mayor que la de los cerebros humanos, y los perros tienen hasta 300 millones de receptores olfatorios en sus narices, mientras que los humanos tienen unos seis millones.
“Con su capacidad olfatoria y su efectividad en reducir los tiempos de inspección, cada perro realiza el trabajo de 30 hombres”, afirma el Tte. Cnel. Ávila. “Hemos incrementado nuestra capacidad de respuesta trabajando con ellos, y podremos hacer incluso más cuando el proceso se consolide y los agentes del orden público dependan más de los servicios de los perros”.
Los caninos militares detectan drogas y armas
Los caninos de la Policía Militar han demostrado inmediatamente ser valiosos en la lucha contra el crimen.
Las Fuerzas Armadas Hondureñas formaron el Batallón Canino en diciembre de 2014. En mayo y junio, la Policía Militar detectó 18 sacos de marihuana en un vecindario de Tegucigalpa, 132 kg de cocaína en La Ceiba, y varias armas de fuego a lo largo de la frontera que Honduras comparte con Guatemala.
En total, los caninos son capaces de rastrear 12 diferentes huellas olfativas de contrabando. Los militares también están planeando entrenar a algunos perros para detectar el olor de víctimas heridas y de restos humanos, una habilidad que sería útil en esfuerzos de rescate y recuperación durante terremotos y otros desastres naturales; además de esto, hay planes de incrementar el número de caninos para finales de 2015.
“Tendremos un total de 180 perros cuando completemos nuestro proceso de adquisición más adelante este año”, informó el Tte. Cnel. Ávila. Se están introduciendo los perros por etapas. El grupo actual de 136 perros varía entre las razas Pastor Alemán, Pastor Holandés, Golden Retriever, Terrier, y Malinois Belga, una raza que el Servicio Secreto de EE.UU. utiliza para resguardar la Casa Blanca.
Utilizando las capacidades olfativas de los caninos
Las tropas despliegan caninos militares en misiones reales solo si han demostrado una tasa de éxito de al menos 85 por ciento en detectar el olor de contrabando durante el entrenamiento, el cual dura 16 semanas para los perros y sus compañeros humanos. Los perros son divididos según su especialidad olfatoria: narcóticos y dinero, explosivos, y armas; en los próximos meses será entrenado un nuevo lote que se especializará en olfatear dinero en efectivo.
“Cada equipo sale en misiones por períodos de dos semanas”, informó el Tte. Cnel. Ávila, período después del cual al perro se le permite tiempo para recuperarse y ser examinado por un veterinario. Las parejas soldado-perro también entrenan juntos entre misiones.
“El vínculo entre el animal y su guía es fundamental”, manifestó el Tte. Cnel. Ávila. “Constituyen un equipo estrecho, trabajan juntos. Cada soldado está comprometido con esta unión. La participación en esta unidad no es obligatoria, pero exigimos que los participantes estén dispuestos a comprometerse durante la vida del perro. Ellos requieren tener una afinidad con sus compañeros”.
El soldado Erick Josué Carías y su compañero canino Gladiador forman uno de estos equipos. En una presentación ante la prensa, Carías comentó que él ha estado con su Golden Retriever blanco desde que nació el perro, y que han viajado juntos a distintas partes del país. El perro hizo gala de su capacidad al encontrar cuchillos y otras armas en una redada en la Penitenciaría Nacional localizada en Támara, a unos 28 km de la capital.
Gladiador y otros perros militares están de servicio en las fronteras del país, en los aeropuertos de Tegucigalpa, San Pedro Sula, La Ceiba, y Roatán, y prestando apoyo a las autoridades aduaneras del mayor puerto marítimo. Son elementos clave en las operaciones que realiza FUSINA, operaciones en las que que el cuerpo de fuerzas combinadas ha acumulado un decomiso récord de narcóticos ilegales, capturando a importantes narcotraficantes y miembros de redes de extorsión, e incautando sus propiedades.
Militares adquieren caninos adicionales
El desarrollo del Batallón Canino ha sido un esfuerzo de cooperación que se extiende más allá de las fronteras nacionales. Entrenadores militares colombianos y dominicanos ayudaron a implementar el programa del Ejército hondureño, y las Fuerzas Armadas colombianas y dominicanas han colaborado en años anteriores en alianza con fuerzas de EE.UU. para desarrollar y dar apoyo a sus propios programas caninos. A finales de marzo, la Secretaría de Defensa Nacional de Honduras anunció la adquisición de 50 perros más, traídos desde Colombia.
Los perros se adaptaron rápidamente a su nuevo hogar, aprendiendo palabras en las lenguas indígenas de Honduras. “Tenemos un glosario para nuestra propia escuela, y ellos entienden órdenes en misquito y garífuna”, informó el Tte. Cnel. Ávila a Diálogo . “Las empleamos para evitar distracciones cuando los perros están trabajando o entrenando”.
Los perros son inteligentes, despiertos, activos y, cuando no están trabajando, también amistosos. Gladiador, llamado así por su capacidad de sobrevivencia, junto con Capitán, Pantera, Milo, y el resto del Batallón Canino pueden ser los mejores amigos del hombre, pero están demostrando también que son los peores enemigos de los delincuentes.
El Primer Batallón Canino refuerza las iniciativas del orden público y sirve como un disuasivo para los delincuentes. “Los caninos casi nunca fallan en las asignaciones que se les da; mientras que a un humano se le puede engañar o mentir, estos perros entrenados no pueden ser engañados”, explicó el analista de seguridad Billy Joya. “La gente que trata de engañar al sistema transportando narcóticos, armas o dinero ilegalmente tiene que saber que estos perros son verdaderos soldados y lo que mejor hacen es servir y proteger”.
Foto: Honduras es el primer país centroamericano en crear un batallón canino. Los soldados caninos en sus misiones rápidamente huelen narcóticos y detectan armas ocultas. [Tte. Cnel. del Ejército Hondureño José Ávila]
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