El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó el martes la violencia que estalló en Ferguson (Misuri) tras la decisión de un gran jurado de no juzgar al policía blanco que mató a un joven negro en un polémico caso en agosto.
“Incendiar edificios, prender fuego a automóviles, destruir bienes, poner gente en peligro… no hay excusa para eso”, dijo Obama en una conferencia en Chicago. “Son actos criminales”, añadió.
Además, Obama expresó su simpatía por las minorías que sienten que las leyes no se están ejecutando “uniforme o justamente”.
El presidente instó a las partes agraviadas por los sucesos a trabajar pacíficamente para lograr el cambio, valorando que el caso había expuesto “un problema estadounidense”.
“Nunca he visto una ley de derechos civiles o un proyecto de reforma sanitaria o inmigratoria resultar porque un coche fue incendiado”, expresó.
“Ocurrió porque la gente vota. Ocurrió porque la gente se moviliza, la gente se organiza. Ocurre porque la gente mira cuáles son las mejores políticas para solucionar el problema”.
Este lunes, la ciudad de Ferguson vivió violentos incidentes después de que un jurado popular decidiera no presentar cargos contra un policía blanco, Darren Wilson, por la muerte de doce tiros de un joven afroamericano desarmado, Michael Brown, el pasado mes de agosto.
En una entrevista exclusiva con ABC News, el oficial de policía Darren Wilson acusado de asesinar al joven negro Michael Brown rompió el silencio y aseguró que es inocente.
Wilson enfatizó que no ejecutó a Brown el 9 de agosto en Ferguson, pero que disparó porque temía por su vida y sólo estaba cumpliendo con su trabajo.
”No hice nada malo… lo volvería a hacer de nuevo”, explicó con crudeza.
Wilson dio ante ABC su versión de los hechos: “Brown se acercó al coche patrulla e intentó apoderarse de mi arma. Fue en ese momento que comencé a disparar”.
Wilson dijo que él habría hecho lo mismo si Brown hubiese sido un ciudadano blanco. “La raza no tiene nada que ver con eso”.
El oficial dijo que temió por su vida antes de accionar su arma reglamentaria -la primera vez que lo hacía desde que operaba en la ciudad de la periferia de St Louis-.
“La razón de que tenga la conciencia limpia es que sé que actué de manera correcta”, agregó. El policía describió a Brown como “un hombre potente”. “Iba a matarme”, agregó.
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