El futuro de la Humanidad se fragua en la familia que es la célula de sociedad

El futuro de la Humanidad se fragua en la familia que es la célula de sociedad

Las agencias de publicidad, con la aprobación de los anunciantes, están potenciando campañas donde aparecen los padres con dos hijos, niño y niña.

Esta es una imagen falsa de lo que es la familia. Potenciar la “parejita” es hacer un gran daño a la institución familiar. Señalo algunos de los anuncios con este tipo de mensaje: Port Aventura, Bayer. Logi Travel, Nautalia y Viajes El Corte Inglés. En todas estas campañas de publicidad predomina la imagen de unos padres y sus dos hijos; chiquillo y niña. Es una imagen sesgada y falaz de lo que es y significa la familia.

Cimentar la familia es viable. Debemos recuperar la confianza en ella y preservarla. Para ello es preciso desplegar una titánica lucha ante las embestidas de los que intentan enaltecer el desafuero contra el modelo convencional de familia, con el insólito colofón de exterminarla ya que, ante una familia débil, tendremos una sociedad enfermiza.

Debemos demandar de las autoridades unas políticas familiares eficientes, de apoyo a la familia, “que ofrezcan la posibilidad concreta a los padres de tener hijos y educarles en el seno familiar”. No debemos renunciar a la protección de la familia, puesto que es un inestimable patrimonio para las futuras generaciones.  

La persona humana, por su propia esencia está llamada a la comunicación con los demás. El inicio de esta realidad se forja en el seno de la familia que es la célula fundamental de la sociedad.

La aportación de los abuelos para la formación de sus nietos es de vital importancia. Los hijos son la esperanza, el porvenir de la sociedad. La familia tiene una importancia decisiva en el bien común ante una sociedad deshumanizada. Por ello toda aportación a la institución familiar tiene una gran repercusión en la sociedad civil.

No se puede permitir que el santuario de la familia sea profanado por leyes injustas que van contra la vida del no nacido, la promiscuidad sexual o el divorcio que provoca la destrucción psicológica de los hijos.

San Juan Pablo II aseveraba que: “El futuro de la Humanidad se fragua en la familia”.

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