Según la Agencia EFE, con fecha del 23 de febrero del 2022 se produjeron en España, en el año 2021, 8.700 incendios forestales.
La gran pregunta es saber cuantos incendios forestales se producen cada año en el mundo, cuánta cantidad de cientos de miles de hectáreas se queman, cuánta cantidad de hectáreas de tierra se repueblan, que antes han sufrido incendios forestales, y, cuántas por la tala de árboles. Para de ese modo, tener una visión exacta o casi exacta, del problema de la forestación y deforestación por territorios nacionales, continentales y mundiales. Y, por tanto, las consecuencias que podrían tener en el presente y en el futuro…
Nadie niega la interrelación del cambio climático, del cambio de las temperaturas mundiales en aumento, con la deforestación, debida a diversas causas, por incendios, por talas de bosques de madera, por buscar terrenos para la agricultura, por y para infraestructuras de ciudades, de carreteras y caminos, etc. Pero conocer las cifras, lo más exactas, de perdida o ganancia de vegetación, no solo en cantidad, sino en calidad, es absolutamente necesaria. Conocer la masa vegetal, por y en cada territorio y a nivel mundial, es absolutamente necesario, a lo que podría ser denominada como una “epidemia vegetal o una pandemia contra la masa forestal y vegetal del planeta”.
Es obvio y evidente y necesario que hay que hacer y crear un plan mundial, a nivel nacional, continental y mundial de repoblación de todos los campos que están baldíos, hay que buscar formas y maneras, para que la masa vegetal total no descienda, en ningún lugar del mundo, ni en el mundo, para que de ese modo, podamos encontrar un equilibrio entre la humanidad, el resto de seres vivientes, incluidos animales y vegetales, y la naturaleza física de este planeta. Realizando planes y estudios con racionalidad, prudencia, equilibrio, en que todas las partes integrantes lleguen a acuerdos, de intereses y de fines…
Porque las cuestiones se interrelacionan, la cantidad de agua dulce en el planeta, la cantidad de lluvias y, en qué zonas y en qué tiempos, el aumento de las temperaturas, la capacidad de forestación y deforestación, la cantidad y calidad de cría de alimentos, vegetales y animales, etc. Se forma y conforma una enorme ecuación, formada por decenas de factores y variables, que se interrelacionan y se condicionan unos en/con otros.
El problema de los articulistas, entre los que me sitúo, aunque sea un modesto columnista es que hablamos-escribimos de todo, pero no podemos saber de todo. Por lo cual, el lector o receptor de esas palabras, debe saber, antes de leer unas cientos de palabras de un texto, en la forma o el género de artículo de opinión, que en sí, el que lo firma no es un experto en todo, pero debe escribir sobre casi todo. Y, que multitud de receptores de esas palabras, pueden saber más que esa persona. Y, que tienen la obligación, con respeto y mesura, perfeccionar dicho artículo. Abajo, existen comentarios, por lo general en casi todos los medios digitales…
Dicho lo anterior, este articulista, apenas sabe de esta temática, pero ante la gravedad que ha resultado este verano con los incendios en esta Península Ibérica y las olas de calor, y, año tras año, se repite la misma historia, quizás, entre todos tengamos que aportar alguna sugerencia o matiz de idea o de concepto o de dato, que quizás, los expertos puedan perfeccionarlas.
Me digo, aunque sea una idea imaginaria, ¿se podrían hacer campañas de forestación, todo el mundo que fuese al campo, plantar semillas de todo tipo de vegetales, que degusta en su casa, cada día, que va corriendo por el campo, o va en bicicleta o paseando, se llevase en el bolsillo varias semillas, de lo que fuese, fuese de este clima o no, y las sembrase…? ¿Quizás, no florecería nada, por el clima o por mil razones, pero quizás, sería un ejercicio pedagógico…? ¿Quizás, una de mil o una de diez mil, terminase respirando el aire, y se haría un poco más grande…? ¿Sería un ejercicio educativo…?
Me pregunto y cuestiono a los expertos y entendidos, como no sirve ninguna filosofía, como dirían los viejos griegos, frase que tantas veces repito, que no intente curar algún mal humano. Me digo a mi mismo y sugiero, ¿si se obligase por ley y normativa, salvo excepciones, que todas las boquillas de grifos de las unidades familiares y otras entidades, tuviesen salida de agua, no de un chorro fijo, sino en forma de puntitos o como las alcachofas de las duchas, cuánta agua se podría reducir y ahorrar, y por tanto, ser un bien para esa sociedad, para las empresas del agua, para el presente y el futuro…?
Aunque sea una idea alocada, pregunto a los expertos, en estos meses de enorme calor que hemos estado sufriendo. Si en los lugares dónde existen lagos y lagunas y ríos y, sobre todo costas de agua de mar. ¿Pregunto si se instalasen al lado de las playas y en las playas, pequeños aerogeneradores o pequeñas estructuras de placas solares, que fuesen la fuente de energía, y, con esa energía se elevase agua dulce o salada, y se difuminara en pequeños chorros, gotas por el aire, se podría rebajar las temperaturas de esos lugares varios grados…? ¿Al ser la energía obtenida del viento o del sol, no tendría apenas coste, y al existir una masa de agua importante, se podría diluir y difuminar en gotitas o aerosoles y, por tanto reducirse las temperaturas varios grados en determinados lugares…?
Es cierto, que podrían indicar que la salinización del aire por las gotas de agua del mar, podría producir efectos negativos en estructuras materiales, viviendas, etc. Por tanto, esta sugerencia debería ser estudiada por expertos y especialistas, realizar pequeñas investigaciones y experimentos. Probar en playas alejadas de los cascos urbanos, con lo cual, las consecuencias para las infraestructuras materiales serían limitados.
¿La cuestión en el fondo, es, si existe voluntad para resolver los efectos negativos de incendios, de falta de agua, del cambio climático, de la deforestación y de otras realidades y vectores y factores y variables que pueden ser negativos o no?
¿Esta es la gran cuestión, si de verdad existe voluntad de resolverlo, de voluntad económica, de voluntad política, y de todo tipos de voluntades, la solución hipotética y potencial, es sencilla y fácil, abran un buzón de sugerencias, a nivel territorial, en distintos ámbitos geográficos y sociales y culturales, y, pregunten al pueblo, a millones de kilos de encéfalos/cerebros/s.n.c., y, posiblemente, entre todos, a uno se le ocurrirá una idea y a otro, quizás otra, quizás ninguna perfecta, pero para eso los expertos puedan/podrían perfeccionarla/materializarla/cristalizarla…? ¡Aquí dejo la palomita de papal, para quién quiera recogerla…!
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