No todo es economía, ni todo es materia, ni todo es sensualidad, también los sueños, los sueños colectivos de futuro son esenciales, para la comprensión del presente y caminar hacia el futuro.
Benito Pérez Galdós (1843-1920) escritor, uno de los pocos que según las crónicas llevaba una vida muy regularizada, se levantaba temprano y escribía, después, paseaba por Madrid y escuchaba el fragor del pueblo o sociedad, por la tarde leía y releía a sus grandes clásicos, se acostaba temprano y cada tres meses publicaba un libro de trescientas páginas. Dicen, que llevaba una bufanda de lana blanca, me recuerda en esto, la bufanda y en la cantidad de trabajo realizado a Umbral, cierto es que Cela, también redactó muchas páginas, aunque yo sepa, no llevaba bufanda, ni blanca, ni roja, ni azul.
Galdós publicó en el medio Alma Española del 08 de noviembre de 1903, un artículo titulado: Soñemos, alma, soñemos en el que intenta vislumbrar un futuro mejor para nuestra sociedad y país y paisaje y paisanaje, recordando a Unamuno, la necesidad de mirar hacia el futuro, hacia un futuro mejor, para todos y todas –se diría ahora-, fijándose en diversos parámetros de la realidad social, pero incentivando la necesidad de la visión-sueño-esperanza de futuro para todos…
La cuestión y pregunta radical y profunda, ¿es si hemos perdido esa capacidad de sueño colectivo, si la sociedad española, entidades e instituciones tiene/tenemos un tren-avión-barco con uno o varios sueños de futuro, para todos, o, nos hemos dormido o estamos soñando sin sueños-visiones-futuro, o hemos dejado de creer en nuestro presente y en el futuro, en el futuro de todos y para todos, un sueño colectivo…?
¿O, estamos en una situación de crack de espera-esperanzas, seguimos viviendo-existiendo por inercia, pero no tenemos un sueño-visión-sensación de un futuro mejor y para mejor…?
¿Quizás, la enorme crítica, de siglos, de la leyenda negra, no la hemos acabado creyendo; quizás, las diferencias de siglos, siempre en separaciones ideológicas que terminaron hace casi un siglo en una confrontación tan grave y tan sangrante que todavía está borboteando dolor y pena y angustia y sangre; quizás, los regionalismos que están siempre intentando dislocar un sueño común colectivo, y que no quieren insertar sus sueños regionales en la totalidad de un sueño; quizás, que hemos soñado mucho en el pasado, creamos un imperio, con derechos como jamás se han visto para las poblaciones totales, sin ser anacrónicos; quizás desde luego, será, porque esperamos de Europa la unidad que no llega, o, quizás, tememos, que las cosas se pueden torcer, y, quizás, los sueños de ahora, se hacen más realistas, también, porque quizás, sufrimos crisis económicas, como una sinfonía de dolor, porque, quizás…?
Sea lo que sea, además de la crisis biológica o epidemia, crisis económicas, de distinto orden, crisis política, crisis moral y crisis espiritual, que son el fundamento y el pilar de todas las crisis anteriores y procesuales que se están dando, estamos en una enorme crisis de sueños y de visiones de futuro, para todo y para todos. Las ideologías diversas, que tienen materialidad sociopolítica, tanto sean regionalistas o sean nacionalistas, no son capaces de ponerse a mirar juntos a y en el futuro, o, no lo hacen con suficiente grado de cantidad y calidad y esperanza…
La población, parte de ella, dividida en distintos bandos ideológicos, con distintos parámetros, distintas esperanzas, distintas realidades de intereses, distintas heridas del pasado, porque somos un pueblo que tenemos heridas y traumas de y en la historia. Cosa que también, sufren todos los pueblos de Europa, después de dos guerras mundiales, después de la caliente guerra fría, después, de todas las revoluciones y contrarrevoluciones… Pero, debemos, ser conscientes, que tenemos que soñar juntos, algo tenemos que tener que nos una, que nos permita estimarnos y querernos y amarnos más a nosotros mismos. Alguna canción y serie de canciones, podríamos y podemos cantar y bailar juntos todos…
La mentalidad es lo que diferencia a unos individuos de otros, no otras razones, que son de menor calidad y cantidad, la mentalidad, tanto individual, como la mentalidad social o colectiva… Jamás la sociedad humana de este trozo del territorio, incluso, con todas las crisis que soportamos, todas las nieves y todas las aguas frías ha vivido como ahora, y, el ahora, diríamos estas décadas. No niego, y desconozco que existen todavía, muchos factores negativos, pero si Galdós, viviese, le parecería casi un milagro. No, indico que no deban/deberían buscarse más progresos y más perfeccionamientos a y en todo. Pero en un siglo la sociedad y el país ha avanzado enormemente hacia mejor –independiente que a usted o a mí, nos haya ido mejor o peor-.
Pero nos falta tener sueños-esperanzas-deseos de futuro, que sean comunes a todos. Esta es la gran herida y trauma que sufrimos. Hemos caído en el error, que unos colectivos caminan hacia un futuro, otros, hacia otro, y, hemos perdido el orgullo de tener sueños de todos. Que se puedan ir alcanzando, sueños dentro de los Derechos Humanos, sueños dentro de la paz y la riqueza y el progreso y la buena moralidad. ¿Qué nos diría hoy Galdós…, qué nos diría…? Soñemos, alma, soñemos.
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